Rusia, Irán y Turquía quieren evitar la división de Siria y están interesados en que el país "siga siendo un Estado unido", dijo el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, durante un encuentro en Moscú.
Lavrov acordó con sus homólogos de Teherán, Mohamed Yawad Zarif, y Ankara, Mevlüt Cavusoglu, pasos para mejorar la situación, dijo citado por la agencia de noticias Interfax, aunque sin dar detalles.
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Los tres países son garantes del conocido como proceso de Astaná, iniciado el año pasado y que transcurre de forma paralela al impulsado por la ONU en Ginebra. Su objetivo es reducir tensiones en Siria y establecer zonas de alto el fuego sobre el terreno, donde los tres países tienen presencia y aliados.
"Garantizaremos que esta ayuda se proporcione de la forma más efectiva. Estaremos cooperando con el gobierno, con la oposición y por su puesto con nuestros homólogos en Naciones Unidas, en la Cruz Roja Internacional, en la Cruz Roja siria y en otras organizaciones internacionales", informó Lavrov.
Zarif reiteró que el proceso de Astaná no compite con el de la ONU, sino que lo complementa, mientras que Cavusoglu se pronunció a favor de reanudar las negociaciones.
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Lavrov criticó los ataques lanzados por Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra objetivos sirios a mediados de abril, tras acusar al régimen sirio de un ataque químico en Guta Oriental, uno de los últimos bastiones rebeldes reconquistado por el gobierno.
Los ataques impiden una solución política, añadió el político ruso, que acusó a Washington de querer dividir el país.
gcc