Rusia dio hoy por terminada la movilización parcial decretada en septiembre por el presidente Vladímir Putin para reforzar al Ejército ruso en la campaña militar en Ucrania.
"El alistamiento de ciudadanos para la movilización concluyó hoy. El objetivo que usted marcó, 300 mil hombres, se ha cumplido. No se planean reclutamientos adicionales", informó Serguéi Shoigú, ministro de Defensa ruso, a Putin durante una reunión ofrecida por la televisión pública
Del total de 300 mil reservistas, 82 mil han sido enviados a Ucrania para participar en la "operación militar especial", explicó.
"De ellos, más de 41 mil combaten en el seno de unidades", precisó Shoigú.
Además, otros 218 mil aún están siendo instruidos en centros de adiestramiento y polígonos militares en diversas partes del país.
"La edad media de los ciudadanos movilizados es de 35 años", apuntó.
Entre los movilizados, todos hombres, figuran más de mil 300 funcionarios y más de 27 mil empresarios, autónomos y emprendedores.
"Otros 13 mil, sin esperar recibir la convocatoria, expresaron su deseo de cumplir con su deber y fueron enviados en calidad de voluntarios", señaló.
Al respecto, Putin subrayó que la prioridad a día de hoy es adiestrar y equipar a los movilizados "para que esa gente se sienta más segura si les toca participar en acciones militares".
"Quiero agradecerle a todo aquel que se ha alistado en las Fuerzas Armadas. Quiero decir gracias por la lealtad, el patriotismo, por el firme convencimiento de defender a nuestro país, a nuestra Rusia, es decir, su casa, su familia, nuestros ciudadanos, nuestra gente", dijo.
Al mismo tiempo, admitió dificultades y problemas durante la movilización, aunque los consideró "inevitables", ya que en Rusia hacía "mucho tiempo" que no se llevaba a cabo una movilización, en alusión a la Gran Guerra Patria contra la Alemania nazi (1941-45).
Putin también consideró que la experiencia acumulada durante la actual campaña militar en Ucrania obliga a introducir reformas, tanto del Ejército como en el sistema de alistamiento.
Dio de plazo a Shoigú hasta diciembre para que le presente las propuestas para la reforma del Ejército, que ha sufrido en los últimos dos meses varios reveses en Ucrania, que le han obligado a replegarse en varias zonas del Donbás y el sur del vecino país.
Putin decretó el pasado 21 de septiembre la movilización de 300 mil reservistas que hubieran cumplido el servicio militar o ejercían una especialidad necesaria para el Ejército, lo que provocó un éxodo masivo de rusos en edad militar.
Según diversas fuentes, cientos de miles de rusos huyeron a países del espacio postsoviético como Georgia, Mongolia, Kazajistán o Uzbekistán, pero también la vecina Finlandia, que ha sido aceptada recientemente en el seno de la OTAN.
La prensa independiente y algunos movilizados han colgado en las redes sociales vídeos sobre la falta de equipos, las malas condiciones de manutención y la ausencia de instrucción, lo que no impidió que fueron enviados a primera línea.
Putin admitió en su momento "errores" en la movilización, que van desde el reclutamiento de padres de familia numerosa, personal sanitario, discapacitados y personas enfermas, así como hombres que no cumplieron el servicio militar, uno de los requisitos contemplados en el decreto presidencial.
Según los activistas de derechos humanos, la Justicia militar rusa comenzó esta semana el primer caso penal después de que un movilizado abandonara su unidad en Siberia tras negarse a disparar contra los ucranianos.
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MO