El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, mencionó durante su visita a Darién que, la selva de Darién en la frontera entre Colombia y Panamá, está sufriendo un daño ambiental "irreversible" por el récord de migrantes que la cruzan rumbo a Estados Unidos.
"El daño irreversible ambiental tocará muchos años, para que eso vuelva a su normalidad. Hay un daño y cada semana, cada día, es peor", dijo a la prensa el ministro de Seguridad de Panamá en una visita al Darién con su par de Costa Rica, Mario Zamora.
La frontera natural de 266 kilómetros de largo y 575 mil hectáreas de superficie, se convirtió en corredor obligado para miles de migrantes que desde Sudamérica tratan de llegar sin visa a Estados Unidos a través de América Central y México.
Asimismo, los funcionarios visitaron la aldea de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo, donde llegan miles de migrantes cada día. Allí abordan piraguas y navegan hasta el albergue de Lajas Blancas, donde suben a buses que los trasladan a la frontera con Costa Rica para seguir viaje hacia Norteamérica.
Los ministros anunciaron que el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, visitará Darién el 7 de octubre con su par panameño, Laurentino Cortizo, para coordinar acciones conjuntas.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU el martes, Cortizo destacó que es "insostenible" el masivo paso de migrantes, donde la mayoría son venezolanos, pero también ecuatorianos, haitianos, chinos, vietnamitas, afganos y de países africanos.
Los migrantes además corren grandes riesgos porque operan bandas criminales que roban, secuestran y violan.
Ola migratoria
De acuerdo con datos oficiales panameños, unos 390 mil migrantes han ingresado a Panamá por la selva de Darién en lo que va del año, mucho más que en todo 2022, cuando fueron 248 mil.
"Tenemos que tener mucho cuidado con esto, porque esto va a afectar a generaciones futuras, va a afectar a nuestras comunidades indígenas, que se ven impactadas con el tráfico de estas personas", añadió Pino.
Periodistas de la AFP observaron que los migrantes dejan una estela de basura en la selva, tal es el caso de artículos como: botas, calcetas, botellas plásticas, calzoncillos, sostenes, vasos, cepillos de dientes y pañales; aunque muchos desperdicios también cubren las riberas de los ríos.
"Nos impresionó mucho el deterioro de las condiciones naturales [...] en razón del paso masivo de personas, es decir, un escenario que no está diseñado para este tipo de usos humanos y que desde el punto de vista natural, ha sido severamente afectado", dijo Zamora.
XMP