La sequía es en este Día Mundial de Lucha contra la Desertificación uno de los principales problemas que se ha trasminado sin importar fronteras ni contextos socio-políticos. Lo mismo California que Argentina, Cuba, Puerto Rico, el Cuerno de África o Nuevo León enfrentan los estragos de lo que hasta hace algunos años era sólo un tema protagónico de distopías cinematográficas.
Kiribati es uno de los países del Pacífico que ya vive los efectos de la crisis climática y sufre una grave sequía que, unida a la alta concentración de sal en sus acuíferos, le ha llevado a declarar el estado de desastre.
Esta declaración responde a la creciente salinidad de las fuentes de agua, así como el registro de niveles de lluvia por debajo de los récords en Kiribati y a los pronósticos de que la situación continuará hasta finales de año.
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El pasado lunes se conocía que el área metropolitana de la ciudad de Gqeberha, principal ciudad del sureste de Sudáfrica, estaba en grave riesgo de quedarse sin agua por las escasas reservas con las que cuentan las presas de la zona debido a la prolongada sequía que padece la región.
La presa Churchill se encontraba a un nivel del 9 por ciento y se estimaba que podría dar agua durante 11 días más, mientras que la presa Loerie se situaba al 44 por ciento, con una capacidad estimada de 37 días más de suministro.
Crisis de agua en Los Ángeles y EU
A principios de junio, la ciudad de Los Ángeles, en California, comenzó las restricciones al consumo de agua y el riego al aire libre, mientras que la sequía que afecta a Estados Unidos avanza, especialmente en el oeste.
Las nuevas restricciones al riego en exteriores, como parte de su plan de conservación de agua, afectaban al menos a 4 millones de consumidores, según el departamento de Agua y Energía de Los Ángeles (LADWP, por sus siglas en inglés).
También en junio la presidenta ejecutiva de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados de Puerto Rico, Doriel Pagán, solicitó a la ciudadanía que hiciera un uso prudente del agua potable debido a que la mayoría del país se encuentra atípicamente seco.
Según un reciente informe del Monitor de Sequía de Estados Unidos, el 83.23 por ciento de los terrenos en la isla están afectados por condiciones atípicamente secas y el resto, un 17.89 por ciento, con sequía moderada.
Emergencia hídrica en 7 provincias de Argentina y en Cuba
A mediados de mayo, Argentina extendió por 180 días la emergencia hídrica declarada en siete provincias por el histórico descenso del río Paraná, con el objetivo de asegurar la protección civil de las áreas afectadas y adoptar medidas para mitigar esta situación.
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El decreto prolongaba el estado de emergencia hídrica en la región de la cuenca del río Paraná, que incluye a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires, sobre los márgenes de los ríos Paraná y sus afluentes Paraguay e Iguazú.
El pasado abril el estatal Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos de Cuba (INRH) buscaba minimizar el impacto de la sequía en la población, reflejada en los bajos niveles de abastecimiento de agua.
Un total de 360 estaciones de bombeo tenían dificultades por poca disponibilidad hídrica sobre todo en las provincias orientales de Holguín, Las Tunas, Santiago de Cuba, Guantánamo y Camagüey.
El cuerno de África, la peor sequía desde 1981
El director de la oficina del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Michael Dunford, alertó en febrero de este año de que el Cuerno de África padecía su peor sequía desde 1981, una situación que abocó al hambre a unos 13 millones de personas en Etiopía, Kenia y Somalia.
Esta situación, según Dunford, requería una intervención humanitaria inmediata y un apoyo constante a las comunidades para desarrollar su resiliciencia de cara al futuro.
La organización Consejo Noruego de Refugiados (NRC por sus siglas en inglés) informaba el pasado abril de que al menos 745 mil personas se vieron forzosamente desplazadas por la devastadora sequía en Somalia -la peor de las últimas cuatro décadas.
DMZ