El papa Francisco, en el Consistorio celebrado ayer el Vaticano, entregó el birrete y el anillo cardenalicio a Sergio Obeso Rivera, arzobispo emérito de Xalapa, Veracruz, quien se caracterizó por ser un obispo cercano al pueblo y reconoció que ese nombramiento “es un reconocimiento a su sencillez”.
El pontífice nombró a 14 cardenales de todos los continentes, entre ellos destacan un iraquí y un paquistaní, así como tres latinoamericanos, cuyo proceso se hizo efectivo ayer.
Obeso Rivera, de 86 años, aseguró que recibió con gran sorpresa el nombramiento: “Nunca pensé en esto, ni era mi preocupación (...) Pero esto significa una muestra de la humanidad del papa, todos esos detalles no se le pasan. Él está viendo que tengo 86 años, nunca me habían dicho gracias y él me dice muchas gracias”, señaló en una entrevista con Alegra, semanario de la Arquidiócesis de Xalapa.
Obeso Rivera presidió tres veces la Conferencia del Episcopado Mexicano y fue pieza clave para la restitución de las relaciones Iglesia-Estado, en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Junto con el cardenal Ernesto Corripio Ahumada y otros jerarcas católicos, en la década de los 90, crearon un frente contra el nuncio apostólico Girolamo Prigione ya que consideraban que sus actitudes arrogantes y sus vínculos con el poder político le hacían mucho daño a la Iglesia mexicana.
Este viernes, el pontífice entregará el palio arzobispal a los mexicanos nombrados recientemente, dos de los cuales ocupan nuevas sedes: el cardenal Carlos Aguiar Retes, quien de Tlalnepantla fue trasladado a la Arquidiócesis de México, y Carlos Garfias Merlos, quien de Acapulco fue asignado a Morelia, y el obispo Leopoldo González, quien fue nombrado arzobispo de Acapulco.
Sergio Obeso, nuevo cardenal mexicano
El papa nombró a 14 nuevos purpurados de los 5 continentes; hay 3 latinoamericanos.
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