Corea del Norte efectuó el jueves su primer disparo de un misil balístico intercontinental en un mes y posiblemente probó un nuevo sistema armamentista móvil más difícil de detectar, dijeron sus vecinos, en una ampliación de la provocadora ronda de pruebas de este tipo por parte de Pyongyang.
Debido al lanzamiento, Japón emitió una orden de evacuación para una isla del norte y aunque después la canceló muestra la vigilancia que los vecinos de Corea del Norte mantienen sobre la evolución de las amenazas de Pyongyang relacionadas con este tipo de armas.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo que el misil fue disparado con un ángulo elevado cerca de la capital, Pyongyang, y cayó en aguas entre la península coreana y Japón tras un vuelo de unos 1.000 kilómetros.
El Estado Mayor Conjunto señaló que el misil era de medio o largo alcance. El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos lo describió como un misil de largo alcance y el ministro de Defensa de Japón como un misil balístico intercontinental.
Las fuerzas armadas de Corea del Sur creen que Corea del Norte disparó un nuevo tipo de misil balístico que posiblemente utilizó combustible sólido, dijo un funcionario de defensa que solicitó el anonimato debido a normas de su agencia.
Si el lanzamiento implico un misil balístico intercontinental de combustible sólido constituiría la primera prueba que el Norte efectúa con un arma de este tipo. El combustible sólido debe ser inyectado antes del lanzamiento del arma, lo que la hace más difícil de detectar porque el combustible ya fue cargado. Las anteriores pruebas con misiles balísticos intercontinentales implicaron armas de combustible líquido.
Un MBIC de propelente sólido es una de las cruciales armas de alta tecnología que el gobernante norcoreano Kim Jong Un se ha comprometido a construir para enfrentar mejor lo que considera como las amenazas militares estadounidenses.
Otras armas que desea adquirir son un misil de ojivas múltiples, un submarino nuclear, un misil hipersónico y un satélite espía.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, dijo que el lanzamiento más reciente “eleva innecesariamente las tensiones y crea un riesgo para desestabilizar la situación de seguridad en la región”.
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