En un inusual concierto bipartidista, legisladores demócratas y republicanos cerraron filas alrededor de la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de activar el mecanismo de resolución de disputas del T-MEC e hicieron votos para forzar a México a cumplir sus obligaciones bajo el acuerdo trilateral.
“México está burlándose de sus obligaciones (en el T-MEC) marginando del mercado a los abastecedores de energía renovable de Estados Unidos y ofreciendo ventajas injustas a sus propias empresas paraestatales que son menos confiables y que utilizan combustibles fósiles. Estas acciones no sólo son discriminatorias, sino que tienen graves efectos ambientales y ponen en duda si México puede cumplir sus metas climáticas bajo el acuerdo de París”, reaccionó el presidente del Comité de Finanzas del Senado, el demócrata Ron Wyden.
“Bajo el T-MEC, México aceptó nivelar el terreno de juego y permitir a las compañías estadunidenses competir con las mexicanas para satisfacer las necesidades energéticas de México. Pero el gobierno de México ha estado violando este acuerdo y ya era el momento que Estados Unidos respondiera”, coincidió el senador texano, el republicano Ted Cruz.
El republicano Kevin Brady, el representante de más alto rango en el influyente Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara Baja, coincidió que “México ha estado burlándose de sus obligaciones bajo el tema en el sector energético, afectando a negocios estadunidenses y a la competitividad de América del Norte”.
De hecho, la acción de la Representante Comercial de la Casa Blanca, Katherine Tai, de solicitar consultas con México por su política energética, ha sido una de las principales demandas en relación con México por parte de senadores y representantes de ambos partidos, en especial de aquellos que representan estados con importantes empresas energéticas.
JLMR