La próxima temporada de huracanes en el Atlántico, que de forma oficial comenzará el 1 de junio, será la primera que refleje el nuevo promedio de actividad ciclónica en esta cuenca, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
De esta forma, el promedio actualizado de una temporada de huracanes en el Atlántico, que ha tomado en cuenta el periodo de 30 años comprendido entre 1991 y 2020, aumentó hasta 14 tormentas con nombre y siete huracanes.
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El anterior promedio de actividad, basado en los registros acumulados entre los años 1981 y 2010, era de 12 tormentas con nombre y seis huracanes, indicó la NOAA.
En el caso de huracanes de categoría mayor (3, 4 o 5 en la escala de intensidad Saffir-Simpson), se mantiene un promedio de tres ciclones, según esta agencia federal que hace este proceso de actualización una vez cada década.
La NOAA resalta que el aumento en el promedio se puede deber tanto a la mejora general en las plataformas de observación, incluido la flota de satélites ambientales usados por esta agencia, como por "el calentamiento del océano y la atmósfera, que están influenciados por el cambio climático".
"Los científicos de la NOAA han evaluado los impactos del cambio climático en los ciclones tropicales y han determinado que puede influir en la intensidad de las tormentas", aunque se requiere más investigación, señaló en un comunicado Matt Rosencrans, del Centro de Predicción del Clima de la dependencia.
La agencia federal resaltó que la actualización "refleja un período muy activo durante los últimos 30 años" y con temporadas extremadamente activas.
María Torres, meteoróloga del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, puso como ejemplo la temporada del año pasado, la más activa de la historia tras registrar 30 tormentas con nombre, 13 de ellas huracanes y seis de estos de categoría mayor.
"Una tormenta es suficiente para hacer muchísimos daño, eso fue lo que pasó el año pasado", señaló a EFE Torres, quien recordó la destrucción que causó el huracán Iota en Nicaragua.
La meteoróloga puso de relieve la importancia de la preparación con antelación para cada temporada de huracanes, así como tomar en cuenta los peligros mortales que conllevan las inundaciones provocadas por la marejada ciclónica.
"A veces tomamos a la ligera las inundaciones y vemos que muchas de las fatalidades en los últimos años han sido debido a las inundaciones, a la marejada ciclónica, es decir, al agua del mar que entra tierra adentro", precisó.
Uno de los factores que incidieron en la extrema actividad de la temporada del año pasado fue el fenómeno de La Niña, que podría reaparecer hacia el invierno de este año, señaló Torres.
La meteoróloga explicó que la cuenca atlántica se halla actualmente bajo los efectos del fenómeno de El Niño, pero que podría dar paso a La Niña entre los meses de octubre y noviembre.
Aunque la NOAA hará en la segunda mitad de mayo su primer pronóstico formal para la próxima temporada de huracanes, ayer la Universidad Estatal de Colorado (CSU) dijo que este 2021 habrá una actividad "superior al promedio anual" y tendrá 17 tormentas tropicales con nombre.
El pronóstico anual de la CSU refleja además ocho huracanes y cuatro de ellos mayores, es decir, con vientos sostenidos de unos 178 kilómetros por hora.
El pronóstico de la CSU incluye 80 días de tormentas y 35 días de huracanes, igual que en 2020.
AESC