La primera ministra británica, Theresa May, rompió a llorar al término de la declaración en la que anunció su dimisión como líder del Partido Conservador el 7 de junio, pero permanecerá en funciones hasta la elección de su sucesor.
Tras un breve discurso en el que la todavía "premier" expresó su profundo pesar por no haber conseguido ejecutar el Brexit, pese a haber hecho "todo lo posible", no pudo contener la emoción.
"Pronto dejaré el trabajo que para mí ha sido el honor de mi vida: servir. ¿Segunda primera ministra?, ciertamente no seré la última", manifestó antes de, con la voz rota, proclamar su "enorme gratitud" por haber tenido la oportunidad de "servir al país" que ama.
May permanecerá como primera ministra en funciones hasta el término de la carrera por su sucesión, que se iniciará en dos semanas, tras la visita de Estado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esa semana la jefa de Gobierno tenía previsto volver a someter a votación su acuerdo del Brexit, después de que la Cámara de los Comunes lo haya rechazado en tres ocasiones.
JOS