Dos ex alumnos de un colegio de Suzano, en la región metropolitana de Sao Paulo, mataron ayer a ocho personas e hirieron a once antes de suicidarse en la escuela públicaRaul Brasil, un tipo de tragedia poco frecuente en Brasil.
Los atacantes, que actuaron encapuchados, fueron identificados como dos ex alumnos del centro, Guilherme Taucci Monteiro de 17 años y Luiz Henrique de Castro 25 años, que actuaron por motivaciones hasta ahora desconocidas.
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Usaron un revólver calibre 38 y portaban "un arma medieval semejante a un arco con flechas", indicó el coronel Marcelo Salles, de la Policía Militar (PM).
Todos los muertos fueron baleados, precisó una portavoz de la PM.
El gobernador Joao Doria decretó tres días de luto oficial en el estado de Sao Paulo. "Es la escena más triste que he visto en mi vida", declaró, tras visitar el lugar.
El ataque se produjo a la hora del recreo.
Tras balear a quienes estaban en el patio, los dos ex alumnos "se dirigieron hacia el centro de lenguas", donde se habían refugiado varios estudiantes, "y se suicidaron en un corredor", precisó Salles.
"Nos encerramos en un aula. Muchos alumnos se sintieron mal, incluso yo misma. Tratábamos de ayudarnos hasta que la puerta se abrió y pensamos que eran los bandidos, que veían a por nosotros; pero no, eran los policías (...) y salimos corriendo", contó Milene Querren Cardoso, una estudiante.
Previo a la masacre, uno de los atacantes publicó en su perfil de Facebook imágenes mostrando armas de fuego portando una máscara de calavera.
La televisora Globonews mostró imágenes de cámaras de seguridad del vecindario en las que se veían a alumnos saltando uno de los muros de la escuela y corriendo asustados.
Cámaras de seguridad de las casas cercanas a la escuela mostraron a los menores escalando y saltando por encima de la muralla blanca que rodea el centro educacional y corriendo por las calles, gritando por ayuda.
Este tipo de ataques es excepcional en Brasil, pese a ser uno de los países más violentos del mundo. En abril de 2011, un ex estudiante mató a 12 alumnos e hirió a otros 20 antes de suicidarse en la localidad de Realengo, en Rio de Janeiro.
Políticos y usuarios de las redes sociales debatieron si la matanza es atribuible a la influencia de imágenes de tiroteos en colegios y universidades de Estados Unidos o a la prédica a favor del porte de armas del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro y la bancada de la seguridad en el Congreso.
jos