"Nos agarró de sorpresa... ¿Por qué contra los niños?": testimonios del tiroteo en Texas

Salvador Ramos terminó con la vida de 19 menores y dos adultos.

Un arzobispo de San Antonio consuela a las familias de las víctimas. | AP
Iván Sánchez
Texas /

En el condado de Uvalde, Texas, ocurrió una de las tragedias que dejarán huella para Estados Unidos y que causó un luto nacional: un joven de 18 años terminó con la vida de 19 pequeños y dos adultos. Las angustiadas familias se reunieron en un centro cívico y recurrieron a las redes sociales para recordar y hacer desesperados llamados de ayuda para dar con sus hijos desaparecidos.

La primaria Robb Elementary, localizada en en condado de Uvalde, al oeste de San Antonio, fue escenario de la tragedia. En esta comunidad habitan cerca de 18 mil personas, en su mayoría hispanos que comparten relaciones familiares con Eagle Pass y Piedras Negras a unos 100 kilómetros de México.

Eran las 11:40 horas de ayer y faltaba una semana para iniciar el periodo vacacional, cuando Salvador Ramos, de 18 años, comenzó una masacre. Las autoridades de Texas señalan que en su domicilio primero disparó contra su abuela para después dirigirse a la escuela por la calle Grode abordo de una camioneta donde. Disparó contra una funeraria y después bajo del vehículo sobre la calle Garaldine, donde atacó a decenas de menores que practicaban su graduación.

Entre las víctimas estaba la pequeña Mayte Rodríguez Coronado, de 10 años. La niña cursaba el quinto grado y, según abuela Isabel Hinojosa, fue vista en el suelo en un charco de sangre ya sin vida. “Mi hijo me dijo 'mami, Mayte está muerta allá; está tirada”, contó a MILENIO.

Casi 12 horas después del tiroteo las respuestas eran pocas para los familiares. Isabel recibió la mala noticia a las 22:08 horas 

"Todo mundo está investigando, es una cosa que nos agarró de sorpresa a todo mundo, mire toda esa gente que está ahí; están mirando qué es lo qué pasó estamos en shock. ¿Qué pasó aquí? ¿Por qué contra los niños? Es terrible”, expresó.

"Primero le tiró a su abuela"

A tan solo 100 metros de la escuela Robb se localiza la casa de la familia Juárez, quienes des hace 15 años habitan en Uvaldo. Gabriel, habitante de la zona, detalló cómo ocurrieron los hechos trágicos.

"Escuché los balazos, eran muchos que se oyeron. El lugar se llenó de policías, pero ya andaban otros que no encontraban a los niños; él  (Salvador Ramos)venía de aquí casa de su abuelita, primero le tiró a ella y luego se fue y ya metió la troca para allá”.

"Era el niño más dulce que he conocido"

Mientras pasaban las horas, en el centro cívico un hombre se alejó sollozando por teléfono mientras decía “se ha ido”. En la parte trasera del edificio, una mujer lloraba y gritaba alternativamente a su celular, agitando el puño y pateando el piso.

Manny Renfro dijo que recibió la noticia de que su nieto, Uziyah Garcia, de 8 años, estaba entre los fallecidos. “Era el niño más dulce que he conocido", afirmó. “No lo digo solo porque fuese mi nieto", manifestó y contó que Uziyah lo visitó por última vez en San Angelo durante las vacaciones de primavera.

“Empezamos a jugar al futbol americano juntos y le estaba enseñando patrones de pase. Era un niño muy rápido y podía atrapar la pelota muy bien", añadió. “Había algunas jugadas que yo nombraba y él recordaba, y las hacía exactamente como las habíamos practicado".

La maestra Eva Mireles fue recordada como una madre y esposa cariñosa. “Era aventurera. Definitivamente diría cosas maravillosas sobre ella. Se la va a extrañar mucho”, dijo una de sus familiares, Amber Ybarra, de San Antonio.

Ybarra se preparaba para donar sangre para los heridos y reflexionó cómo nadie pudo detectar posibles problemas en el tirador a tiempo para frenarlo.

“Para mí, se trata más bien de concienciar sobre la salud mental”, afirmó Ybarra, una monitora de wellness que estudió en el centro donde se produjo la tragedia. “Alguien podría haber visto un cambio dramático antes de que ocurriera algo así”.

"Todo lo que quieren hacer es herir a la gente"

Lisa Garza, de 54 años y de Arlington, Texas, lloró la muerte de su primo, Xavier Javier López, quien había estado esperando ansioso la llegada del verano para nadar.

“Era un niño de 10 años cariñoso que disfrutaba de la vida sin saber que hoy iba a ocurrir esta tragedia", apuntó. “Era muy jovial, le encantaba bailar con sus hermanos, con su madre. Esto nos ha afectado a todos".

Además, lamentó lo que calificó como una regulación de armas poco estricta. “Deberíamos tener más restricciones, especialmente si estos chicos no están en sus cabales y todo lo que quieren hacer es herir a la gente, especialmente a niños inocentes que van a las escuelas", dijo Garza.

En las redes sociales, las familias publicaron imágenes de niños sonrientes mientras pedían información. Las clases estaban en su recta final y cada día escolar tenía un tema. El del martes era “Footloose y Fancy”, y se suponía los alumnos debían llevar ropa bonita con zapatos divertidos o elegantes.

Adolfo Cruz, de 69 años y que trabaja reparando aires acondicionados, seguía en el exterior de la escuela al atardecer del martes, esperando noticias sobre su nieta de 10 años, Eliajha Cruz Torres, cuyo paradero seguía sin estar claro para la familia.

Cruz manejó hasta el lugar del tiroteo tras recibir la llorosa y aterradora llamada de su hija poco después de los primeros reportes acerca del ataque perpetrado por un pistolero de 18 años. Mientras esperaba fuera de la escuela el martes en la noche, su familia estaba en el hospital y en el centro cívico esperando cualquier posible noticia sobre su estado.

Según Cruz, la espera estaba siendo el momento más duro de su vida. “Espero que esté viva", afirmó. “Están esperando por una actualización".

Federico Torres esperaba obtener información sobre su hijo Rogelio, de 10 años. En declaraciones a la televisora KHOU-TV dijo que estaba en el trabajo cuando se enteró de la balacera y corrió a la escuela.

“Nos mandaron al hospital, al centro cívico, al hospital y aquí de nuevo (y) nada", señaló Torres. “No nos dicen nada, solo una foto, esperar y desear que todo esté bien".

Torres dijo que rezaba para “que encuentren a mi hijo sano y salvo... Por favor, si saben algo, hágannoslo saber”.

La funeraria Hillcrest Memorial, que está al otro lado de la calle de la escuela, indicó en una publicación en Facebook que ayudará a las familias de las víctimas ofreciendo sus servicios gratis.

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