El triunfo de Luiz Inacio Lula Da Silva da una perspectiva de mayor integración de los países latinoamericanos y de su importancia en el contexto mundial, porque permitirá a Brasil recuperar el lugar que ocupaba en el escenario internacional y permite a las naciones latinoamericanas tener un interlocutor más.
Regina Crespo, académica del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM, sostuvo en entrevista que es pronto para analizar las implicaciones de la relación México-Estados Unidos a partir del triunfo de Lula Da Silva, pero destacó que el presidente Joe Biden fue uno de los primeros mandatarios del mundo en felicitarlo por el triunfo en las urnas, lo cual es una buena señal.
En entrevista con MILENIO, aseguró que tenemos “una América Latina menos comprometida; nuestro modelo es de Estados Unidos y la política y la economía se van construyendo a partir de esta perspectiva y no debe ser así, porque el mundo debe de caminar hacia una perspectiva más general y no sólo un único centro organizador. Están las relaciones con China, con África, con otros países de Latinoamérica y eso no quiere decir que no se considere la importancia de Estados Unidos para el continente, pero si se puede salir un poco de la esfera de influencia para buscar otros interlocutores, qué mejor”.
Explicó que, durante los dos periodos de Lula en Brasil, se estableció una diplomacia “activa y altiva”, por lo que no hay un sometimiento a priori a una potencia como Estados Unidos y Biden, incluso ofreció diálogo y trabajo conjunto.
“Por supuesto que no es conveniente para Estados Unidos perder su influencia sobre el continente pero tampoco es tan fundamental estar siempre en función de lo que diga Estados Unidos, también es necesario tener otros interlocutores y autonomía”.
Además, el triunfo de Lula, aseguró, ofrece a Brasil la posibilidad de diálogo no sólo con los países con gobiernos de izquierda, y refirió que naciones como Bolivia perdieron toda comunicación con Brasil frente a las decisiones tomadas por la administración de Jair Bolsonaro.
“Es favorable que haya muchos presidentes que tienen perspectivas similares a las de Lula, como la búsqueda del diálogo, interlocución, más apoyo y proyectos comunes, aunque el contexto internacional es más complejo por el crecimiento de las vertientes ultra conservadoras a nivel mundial”.
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La académica de la UNAM consideró que la llegada de Lula a la presidencia de Brasil ofrece a esa nación a un mandatario con mayor capacidad de diálogo e interlocución, así como más proyectos comunes en la región latinoamericana.
“Siempre ha sido un excelente interlocutor y es un político conciliador que escucha a los demás, eso puede ser algo importante para que Brasil logre recuperar un papel de mayor protagonismo entre los vecinos, pero tampoco es simple la situación interna por el margen de triunfo obtenido”.
Advirtió que habrá una necesidad de replanteamiento de las relaciones políticas en el país y de diálogo con las fuerzas que formaron del Frente Amplio y que no necesariamente son de izquierda, como la derecha liberal que sumó su respaldo a Lula para que Brasil volviera a retomar el camino del crecimiento, la autonomía, desarrollo y reindustrialización.
EHR