El candidato republicano Donald Trump se proclamó anoche como el presidente número 47 de Estados Unidos, se ofreció a “salvar” a su país y auguró una “era dorada” con él en la Casa Blanca.
En su discurso desde el Palm Beach Convention Center, en Florida, el republicano confió en alcanzar 315 votos electorales, superando los 270 necesarios para garantizar su victoria.
Luego de conocerse su ventaja, sostuvo que su triunfo será recordado como “el momento en que recuperamos el control del país”.
Sobre el tema de los migrantes, señaló: “queremos que regresen, pero legalmente, aunque primero tienen que salir... esa gente tendrá que irse”.
Trump agradeció también a su familia y presentó a JD Vance como el “vicepresidente electo”; además, dedicó palabras de elogio al multimillonario Elon Musk, a quien consideró “la nueva estrella” de su movimiento”.
Donald Trump ganó ayer en Carolina del Norte y Georgia, claves en la carrera por la Casa Blanca, que lo acerca a la victoria electoral pero no lo confirma cuando aún falta contar los votos en otros estados “péndulo” reforzando el optimismo del republicano y desanimando a los demócratas
Carolina del Norte fue el primero en darle una alegría al ex presidente en su intento de regresar a gobernar.
Más noche obtuvo los votos electorales de Georgia, uno de los más disputados por la carrera a la Casa Blanca.
Georgia, que cuenta con una importante población afroestadunidense, quedó en manos de Joe Biden en las presidenciales de 2020.
En las elecciones más reñidas de la historia contemporánea del país, todas las miradas convergen ahora en Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Arizona y Nevada.
Los republicanos están de buen humor. Positivo, respondió a la AFP Jason Miller, uno de los asesores más cercanos del ex presidente cuando se le preguntó cómo están de estado de ánimo.
Ninguno de los bandos puede cantar victoria. Ni siquiera está garantizado que se conozcan los resultados esta madrugada.
Pero un signo que entronó los ánimos se reflejó cuando la campaña de la vicepresidenta anunció que cancelaba su participación de anoche en su alma máter, la Universidad de Howard en Washington D.C y el discurso previsto para la velada.
Fuera de los estados péndulos, las demás entidades se repartieron como se preveía desde hace meses sin mayores sorpresas.
Entre otros, Trump suma los bastiones republicanos de Florida y Texas, y Harris Nueva York, California y la capital Washington.
Para ser presidente en Estados Unidos no basta con tener más sufragios que el oponente. Hay que conseguir el número mágico de 270 votos en el colegio electoral, integrado por 538 delegados que teóricamente deben respetar la voluntad del pueblo.
Trump, hasta el cierre de esta edición, había conseguido 247 votos electorales y Harris 214.
De confirmarse la ventaja del republicano, una victoria de Trump lo convertiría en la primera persona condenada por un delito grave elegida para la presidencia de Estados Unidos tras ser hallado culpable de 34 cargos en un caso de un pago de dinero para ocultar información perjudicial en la ciudad de Nueva York hace poco más de cinco meses.
Trump, quien todavía enfrenta cargos por delitos graves en al menos dos casos penales separados, argumentó que es víctima de un sistema de justicia politizado.
Una jornada electoral mayormente tranquila a nivel nacional se vio empañada el martes en varios estados en disputa por una serie de amenazas de bomba y acusaciones infundadas de irregularidades por parte del expresidente Donald Trump.
Las amenazas de bomba en partes de Arizona, Georgia y Pensilvania resultaron ser falsas pero obligaron a evacuar a los ciudadanos y a ampliar su horario de votación en algunos lugares.
Apoyo latino
Donald Trump ganó terreno entre votantes latinos del llamado “muro azul” (Pensilvania, Míchigan y Wisconsin), al igual que en Texas y Florida, según encuestas a pie de urna y resultados preliminares.
En Pensilvania, un estado con 19 votos del colegio electoral, Trump amasó un 41 por ciento del apoyo hispano, mientras que en 2020 solo consiguió 27 por ciento de los votantes de esta comunidad, según una encuesta a pie de urna de la cadena NBC News.
Los datos revelan una tendencia similar en otros dos estados “bisagra” del “muro azul”: con 60 por ciento de apoyo hispano en Míchigan (comparado con 44 por ciento en 2020) y 38 por ciento de esta comunidad en Wisconsin, mientras que en 2020 obtuvo 37 por ciento.
En condados de mayoría latina en Texas y Florida —dos estados sureños donde los republicanos han ganado las últimas elecciones— Trump aumentó terreno entre los hispanos y Harris perdió el apoyo que esta población le dio a Biden en 2020.
En Hidalgo, un condado donde más de 90 por ciento de la población es latina, Trump obtuvo 49 por ciento de los votos, mientras que en 2020 alcanzó 40 puntos, según datos recopilados por The New York Times.
En la misma línea, en Florida, Trump mejoró en zonas de mayoría latina como el condado de Miami Dade, donde consiguió 58 por ciento (en comparación con 46 por ciento en 2020 ante Biden) y en el condado de Henry con 69 por ciento de los votos, en comparación con 61 por ciento en 2020.