El ex presidente Donald Trump visitó el martes un pueblo de Michigan un mes después de que supremacistas blancos se reunieran allí, lo que provocó renovadas críticas de los demócratas que acusan a su campaña de agitar las tensiones raciales para obtener beneficios políticos.
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Livingston, una ciudad marcada por el odio
La campaña de Trump publicó comentarios preparados que mostraron que cargará contra el historial de su rival demócrata Kamala Harris en materia de justicia penal durante el discurso que dará en la Oficina del Alguacil del condado de Livingston en Howell, una ciudad de unos 10 mil habitantes al noroeste de Detroit.
Un vocero de la campaña de Trump rechazó las críticas sobre el lugar del acto y prometió que el ex mandatario hablará contra "el odio en cualquiera de sus formas". El presidente Joe Biden visitó Howell en 2021.
Cuestionan a Trump sobre apoyo de supremacistas:
La parada de campaña es una de las varias que Trump hará esta semana mientras los demócratas se reúnen en Chicago para elegir formalmente a la vicepresidenta Harris como su candidata para las elecciones del 5 de noviembre.
No obstante, el acto en Howell ha llamado especialmente la atención por la asociación de la ciudad con el Ku Klux Klan. La ciudad tiene vínculos históricos con el KKK: en los años 70, el Gran Dragón Robert Miles tenía una dirección postal en Howell y celebraba reuniones en una granja cercana.
Supremacistas blancos marcharon semanas antes
Alrededor de una docena de supremacistas blancos corearon "Heil Hitler" y portaron pancartas en las que se leía "White Lives Matter" (Las vidas blancas importan) durante una marcha por el centro de Howell el mes pasado.
Según los medios locales, otro grupo de manifestantes gritó "Amamos a Hitler, amamos a Trump" desde un paso elevado de la autopista a las afueras.
Trump apunta contra Harris
La campaña de Harris ha criticado a Trump por organizar el acto en Howell sin condenar lo que calificó de:
"flagrante muestra de racismo y antisemitismo en su nombre".
En una entrevista con Reuters tras un mitin en Pensilvania el lunes, Trump no respondió de forma directa a una pregunta sobre esas críticas.
Trump ha sido muy criticado por sus comentarios racistas sobre Harris, que de ser elegida en noviembre sería la primera mujer negra y con ascendencia surasiática en llegar a la presidencia. El mes pasado, en una reunión de periodistas negros, sugirió que Harris se "volvió negra" para avanzar en su carrera política.
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