El gobierno de Ucrania ha planificado la apertura de un total de siete corredores humanitarios para desalojar a los ciudadanos de las zonas más castigadas por el asedio y los bombardeos rusos, anunció la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, en su canal de Telegram.
El corredor más importante es el que transcurre entre Zaporiyia y la ciudad de Mariúpol, cercada por las tropas rusas casi desde el principio de la invasión, el pasado 24 de febrero, y que no cuenta con los servicios básicos para atender a la población.
La ciudad industrial y portuaria al borde del mar de Azov llegó a contar con casi medio millón de habitantes y, en la actualidad, las autoridades aseguran que sólo permanecen en ella unas 160 mil.
Según el ayuntamiento de la ciudad, prácticamente el 80 por ciento de las construcciones de la urbe han sido destruidas o dañadas gravemente por los bombardeos rusos.
Vereshchuk denunció que, a pesar de los compromisos alcanzados con los rusos, las "fuerzas de ocupación no permiten que se viaje a Mariúpol", lo que hace imposible la llegada de ayuda humanitaria.
"Los ocupantes (rusos) bloquearon a los representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja en (la cercana localidad de) Mangush. Después de negociaciones, fueron liberados por la noche y enviados de vuelta a Zaporiyia" sin haber llegado a cumplir su objetivo, aseguró la alta funcionaria.
También desde la ciudad costera de Mangush, en el sur, y en dirección a Berdyansk se han dispuesto un total de siete autobuses que serán acompañados por el Comité Internacional de la Cruz Roja. Allí se espera reunir a las personas que logren salir de los municipios cercanos y de la propia Mariúpol para trasladarlos a Zaporiyia.
El gobierno ucraniano ha informado estos días de la lenta evacuación que se ha producido en Mariúpol, donde apenas unos centenares de ciudadanos lograr huir a diario y la mayoría en sus vehículos particulares.
MJVR