Al menos 18 personas murieron y decenas resultaron heridas el viernes en dos ataques rusos en la región ucraniana de Odesa, un día después de que las fuerzas rusas abandonaran sus posiciones en una isla clave para controlar las rutas marítimas.
Los ataques ocurrieron unas horas después de que los líderes de la OTAN concluyeran una cumbre en Madrid con el anuncio del presidente estadounidense, Joe Biden, de un paquete de ayuda militar de 800 millones de dólares para Ucrania.
"Vamos a estar al lado de Ucrania, y toda la Alianza va a estar al lado de Ucrania, el tiempo que haga falta para asegurarse de que no es derrotada por Rusia", afirmó.
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Los misiles fueron disparados a primera hora del viernes contra un edificio de apartamentos y un centro recreativo a unos 80 kilómetros al sur de Odesa, una ciudad portuaria en el Mar Negro, que se ha convertido en un punto estratégico del conflicto.
Los servicios de emergencia ucranianos dijeron inicialmente que 17 personas murieron y 30 resultaron heridas en ambos ataques. Kirilo Timochenko, un alto funcionario de la presidencia ucraniana, escribió más tarde en Telegram que el número de muertos había aumentado a 18, entre ellos dos niños.
Los ataques contra la ciudad de Bilhorod-Dnistrovsky fueron lanzados por aviones que volaron desde el Mar Negro, dijo el portavoz de la administración militar de Odesa, Sergéi Brachuk.
"Se dio el peor escenario posible y dos aviones estratégicos llegaron a la región de Odesa", dijo Brachuk en una entrevista televisiva. Agregó que los aviones dispararon misiles "muy pesados y muy potentes".
grb