Ucrania luchará para recuperar todo su territorio ocupado por las fuerzas rusas, dijo el presidente Volodimir Zelenski hoy, mientras sus tropas luchaban los tramos de cada calle en Severodonetsk en una de las batallas terrestres más sangrientas del conflicto que lleva más de tres meses tras los ataques provocados por Moscú.
"Ya hemos perdido demasiada gente como para ceder simplemente nuestro territorio", dijo Zelenski por videoconferencia en un acto organizado por el periódico británico Financial Times.
Un punto muerto "no es una opción", dijo. "Tenemos que lograr una desocupación total de todo nuestro territorio".
Las declaraciones de Zelenski respondieron con contundencia a las sugerencias de que Ucrania debe ceder territorio a Rusia para poner fin a la guerra, que ya está en su cuarto mes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo en una entrevista reciente que era importante no "humillar" a Moscú, comentarios interpretados en Ucrania como que debe aceptar algunas demandas rusas.
Cuando se le preguntó sobre los comentarios de Macron, Zelenski dijo que, los ucranianos, "no vamos a humillar a nadie, vamos a responder de la misma manera".
Mientras hablaba, las tropas ucranianas en Severodonetsk trataban de aferrarse a las ganancias que Kiev dijo que sus fuerzas habían conseguido en una contraofensiva sorpresa, que cambió el impulso allí la semana pasada.
La lucha por la pequeña ciudad industrial del este se ha convertido en una batalla fundamental, en la que Rusia ha centrado su poderío ofensivo con la esperanza de lograr uno de sus objetivos declarados: capturar por completo la provincia circundante de Lugansk en nombre de los separatistas.
Los constantes ataques en territorio ucraniano
El alcalde de Severodonetsk, Oleksandr Stryuk, declaró el martes a la televisión local que las fuerzas ucranianas estaban haciendo todo lo posible para mantener su posición: "Nuestras fuerzas armadas han reforzado sus posiciones y están manteniendo la línea".
Otro funcionario local, Roman Vlasenko, dijo que las fuerzas ucranianas tenían el control de la zona industrial de la ciudad y de la planta química Azot. Mientras que Moscú dijo que sus tropas han estado avanzando, aunque en Reuters sostiene que no pudo verificar de forma independiente la situación sobre el terreno.
Funcionarios ucranianos habían dicho que sus fuerzas realizaron un contraataque sorpresa la semana pasada, expulsando a los rusos de una franja del centro de la ciudad.
Antes de eso, Rusia parecía estar a punto de rodear la guarnición ucraniana en Lugansk, intentando cortar la carretera principal a Severodonetsk y su ciudad gemela Lisichansk, al otro lado del río Síverski Donets. El domingo, Zelenski realizó una visita sorpresa a Lisichansk, demostrando personalmente que Kiev aún tenía una ruta abierta hacia el reducto de sus tropas.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero diciendo que pretendía "desarmar" y "desnazificar" el país. Ucrania y sus aliados occidentales dicen que Rusia lanzó un conflicto no provocado para apoderarse del territorio.
Las tropas rusas fueron derrotadas en las afueras de la capital, Kiev, en marzo, y desde entonces se han reagrupado y han intensificado el asalto al este, exigiendo a Kiev que reconozca su reclamación territorial sobre la península de Crimea, que Moscú se anexó en 2014, y las reclamaciones de los separatistas en Lugansk y Donetsk, las provincias del sureste conocidas conjuntamente como el Dombás.
Rusia ha presionado desde tres direcciones principales -este, norte y sur- para tratar de cercar a los ucranianos en el Dombás.
El gobernador regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, dijo a la televisión ucraniana que había constantes bombardeos a lo largo de la línea frente, y que Rusia intentaba avanzar hacia Sloviansk y Kramatorsk, las dos mayores ciudades en poder de Ucrania en Donetsk.
Se están realizando esfuerzos para evacuar a los residentes restantes, dijo: "La gente está entendiendo ahora, aunque sea tarde, que es hora de irse".
La segunda ciudad de Ucrania, Járkov, también fue alcanzada por bombardeos a primera hora del martes, y el alcalde local dijo que una persona había muerto. La ciudad del noreste fue objeto de intensos bombardeos en los dos primeros meses de la guerra, pero en las últimas semanas ha estado más tranquila tras la retirada de las fuerzas rusas en la región.