Ni todo rojo, ni todo azul. La elección intermedia de Estados Unidos mostró que la división que caracterizó la jornada electoral de 2020 en la que Joe Biden derrotó a Donald Trump se mantiene a tal grado que la balanza entre republicanos y demócratas sigue estable.
Los electores salieron a las urnas con una preocupación generalizada: su economía. Y decidieron por los candidatos que, desde su óptica, les ayudarán a reducir el impacto que han tenido sus bolsillos en los últimos años.
Otros decidieron basados en las libertades o sus valores morales. Lo que llevó a demócratas liberales a alcanzar triunfos pero también a republicanos ultraconservadores a afianzarse en cargos.
Las proyecciones de anoche dejan claro que aunque los republicanos tomen la mayoría en la Cámara de Representantes, no será tan amplia. Mientras que el Senado quedará tan cerrado que la disputa podría durar semanas o meses.
Lo que la elección intermedia marcará para el futuro de EU es la ruta de los dos partidos dominantes para 2024. Con un Congreso que, como ocurre en las segundas mitades de periodo presidenciales, giran a la oposición, y motivan presiones del Legislativo hacia el Ejecutivo con miras a los comicios para renovar la Casa Blanca más próximos.
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Para los siguientes dos años, Biden deberá trabajar contracorriente con estos resultados electorales para convencer a los estadunidenses de apoyarlo a él o a su partido en 2024, frente a un Partido Republicano que, a pesar de la importancia que tiene Donald Trump, ya vislumbra una disputa interna.
En esta elección la victoria arrolladora de Ron DeSantis como gobernador de Florida lo coloca como un muy fuerte rival de Trump para la candidatura republicana del 2024.
Todo pintaba para que la elección mostrará una avalancha republicana. Que Estados Unidos se fuera al rojo, tanto en la Cámara de Representantes como en muchos de los estados. Sin embargo, las políticas demócratas, la defensa de los derechos y libertades, y de la democracia también próspero
Para los analistas, Biden tendrá dos años por venir complicados pero no imposibles.
La cerrada y dividida elección intermedia en Estados Unidos dejó el terreno listo hacia 2024, igual de dividido que hace 2, 4 y 6 años, disputa que no será nada fácil para ninguno de los dos partidos mayoritarios.