Alrededor de 300 bebés, infantes y niños fueron rescatados de un orfanato en la capital de Sudán en el que quedaron atrapados por los combates, dijeron funcionarios de ayuda humanitaria el jueves. La evacuación se produjo tras la muerte de 71 de ellos a causa del hambre y las enfermedades desde mediados de abril.
La tragedia en el orfanato de Al Mayqoma acaparó titulares a finales del mes pasado, mientras en el exterior se libraban combates entre el ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Las muertes han puesto de relieve el elevado número de víctimas civiles desde mediados de abril, cuando estallaron los enfrentamientos entre las fuerzas leales al general Abdel-Fattah Burhan y los miembros de las FAR, dirigidas por el general Mohammed Hamdan Dagalo.
Alrededor de 300 niños del orfanato de Al Mayqoma de Jartum fueron trasladados a un “lugar más seguro” en otra parte de la nación del noreste de África, dijo Ricardo Pires, portavoz de Unicef, la agencia de Naciones Unidas para la infancia.
Los ministerios sudaneses de Desarrollo Social y Salud se hicieron cargo de los niños y Unicef proporcionó ayuda humanitaria que incluye atención médica, alimentos, actividades educativas y juegos, explicó Pires en un correo electrónico a The Associated Press.
Los menores pasaron revisiones médicas tras su largo viaje hasta el nuevo emplazamiento, agregó Pires, añadiendo que “cualquier niño que requiera hospitalización tendrá acceso a servicios de salud”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, que colaboró en la evacuación, afirmó que los niños, con edades comprendidas entre un mes y 15 años, fueron reubicados tras la apertura de un corredor seguro hasta Madani, la capital de la provincia de Jazira, a unos 135 kilómetros (85 millas) al sureste de Jartum. Setenta cuidadores fueron trasladados con ellos, añadió.
Entre los fallecidos había bebés de apenas 3 meses, según las actas de defunción obtenidas por la AP. Los certificados señalaban insuficiencia circulatoria como causa de la muerte, pero también mencionaban otros factores como fiebre, deshidratación, desnutrición y retraso del crecimiento.
Su reubicación se produjo tras una campaña en internet liderada por activistas locales y asociaciones benéficas internacionales, que se intensificó tras la muerte en el centro de 26 menores en el lapso de dos días a finales de mayo. Los niños pasaron siete semanas atrapados debido a los combates a medida que se quedaban sin comida y otros suministros. La guerra, que ha convertido la capital y otras zonas urbanas en campos de batalla, impedía el acceso al recinto.
Desde el inicio de los combates el 15 de abril, más de 860 civiles, incluyendo al menos 190 menores, han perdido la vida y miles más resultaron heridos, según el Sindicato de Doctores de Sudán, que monitorea las víctimas civiles. Es probable que la cifra real sea mucho más alta.
El conflicto ha obligado a más de 1,9 millones de personas a abandonar sus hogares, incluyendo las alrededor de 477 mil que se marcharon a países vecinos, de acuerdo con la agencia migratoria de la ONU. Otros siguen atrapados en sus casas con cada vez menos agua y comido. Los choques han interrmpido también el trabajo de los grupos humanitarios.
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