La ciudad de Montevideo, capital de Uruguay, enfrenta una de las peores sequías debido a una falta de lluvias, el aumento de temperaturas en la región y una crisis hidráulica en una de las principales fuentes de la región que ha llevado a medios a especular una falta total de agua potable en días.
El país sudamericano de 3.5 millones de habitantes se está recuperando de su peor sequía en 74 años, lo que empuja a los residentes frustrados a depender del agua embotellada.
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Las bajas precipitaciones han obligado a las autoridades del agua a usar agua de una parte más salada del río Santa Lucía, que suministra la mayor parte del agua potable de Uruguay, dejando el agua del grifo no potable para muchos.
La ira por la escasez de agua ha provocado múltiples protestas en las calles de la capital. En la empresa estatal de agua OSE, un grafiti dice "no hay sequía, solo saqueos".
"Agua hay, pero está en manos de particulares", se lee en una pancarta colgada frente al OSE.
Federico Kreimerman, un líder sindical de OSE, dijo que la agroindustria era parcialmente culpable de los problemas de agua de Uruguay, y explicó que el agua del río Santa Lucía se desvía a embalses privados para riego.
Ante la situación, el gobierno está distribuyendo agua potable a grupos vulnerables como escuelas, hogares de ancianos y hospitales, dijo Gerardo Amarilla, subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente de Uruguay.
aag