La venta de gasolina en Cuba fue regulada a 30 litros por automóvil y desde el pasado fin de semana resurgieron las largas filas de automovilistas ansiosos, sin que la empresa estatal que gestiona ese comercio haya definido el alcance de este nuevo agobio nacional tras más de dos años de crisis económica.
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“Para la venta en depósitos autorizaremos hasta 10 litros de gasolina y veinte en diésel. En el caso de que usted vaya a echarlo directo al tanque del automóvil serían 20 litros de gasolina y diésel hasta 40”, informó Geobel Quintero Hernández, coordinador de programas y objetivos del gobierno en la provincia occidental de Matanzas.
Hasta la mañana de este martes, la declaración de Quintero era la única referencia oficial al racionamiento, que ha llegado acompañado por la ausencia de combustible en buena parte de los expendios. En un recorrido hoy por la zona oeste de La Habana, MILENIO contabilizó cinco gasolineras cerradas.
En una explicación del desabastecimiento, el funcionario dijo que “no es consecuencia de un déficit de combustible en el país, sino que responde al aseguramiento logístico para su distribución, porque Transcupet, empresa encargada de proveer a las gasolineras, trabaja actualmente con el 62 por ciento de su parque automotor”.
Pese al aumento internacional del costo del petróleo tras la invasión a Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y la Comunidad Europea, el estado cubano mantiene subvencionado el precio de la gasolina. La de categoría especial, la más utilizada por los autos modernos, se paga a 30 pesos el litro, lo que equivale a 1. 25 dólares, y la regular, que emplean los autos de tecnología antigua, a 25 pesos.
Cuba importa de Venezuela a precios preferenciales casi la mitad del petróleo que consume y el resto lo cubre con la producción nacional de crudo con alto contenido de azufre, que se emplea fundamentalmente en las termoeléctricas.
Crisis económica e incendios sin aclarar
Las autoridades cubanas atribuyen la causa fundamental de la crisis en curso “al reforzamiento del bloqueo estadunidense”, a partir de la anterior administración de Donald Trump.
En tanto, economistas adicionan a ese hecho “la demora y mala implementación de las reformas económicas que se aplican en el país”, para reducir el excesivo control estatal y garantizar espacios a producciones privada y cooperativa.
El país ha visto reducida de forma alarmante sus capacidades de importación y se registran largas y tumultuosas colas lo mismo para la adquisición de alimentos básicos, que a fin de comprar medicamentos.
Entrevistado el lunes por la televisión estatal, el doctor Eduardo Martínez, presidente de BioCubaFarma, empresa líder en la producción de medicamentos, admitió que la “falta de recursos financiero y la urgencia de desarrollar vacunas propias para enfrentar el covid-19”, deprimió la producción de medicinas. Martínez no adelantó soluciones a corto plazo.
En este contexto crítico, la semana anterior, un incendio de grandes proporciones sacó de operaciones a una de las plantas eléctricas del país, sin que hasta este momento se conozcan los resultados de las investigaciones de policías y peritos. Un hecho similar ocurrió antes en un almacén de hojas de tabaco para puros de exportación, sin que tampoco trascendiera el resultado de las investigaciones.
El presidente Miguel Díaz-Canel asegura que en estos momentos el país es blanco “de una fuerte ofensiva contrarrevolucionaria financiada desde Estados Unidos”.
OMZI