Vietnam, uno de los países que mejor superó el primer año de pandemia, inició este viernes el confinamiento de su ciudad más poblada, Ho Chi Minh (antigua Saigón), principal foco del brote de covid-19, con numerosos casos de la variante delta, que las autoridades tratan de controlar desde finales de abril.
La medida, anunciada el miércoles por el gobierno, se produce después de que este jueves se alcanzara la cifra más alta de contagios en un solo día desde el inicio de la pandemia, mil 314 infecciones comunitarias, dos tercios de ellas en la antigua Saigón, con una población de 13 millones de habitantes en su área metropolitana.
Las medidas, en vigor para los próximos 15 días, obligan a la población a permanecer en sus hogares excepto para actividades esenciales, prohíben la reunión de más de dos personas en espacios públicos, con dos metros de distancia mínima entre ellos, y cierran los medios de transporte públicos.
Solo los comercios considerados esenciales tienen la posibilidad de abrir, con la presencia máxima del 30 por ciento de los trabajadores y todos aquellos ciudadanos que vayan a salir de la ciudad deben presentar una prueba PCR negativa y cumplir una cuarentena de siete días.
El anuncio de las restricciones con dos días de antelación provocó en los últimos días escenas de compras acaparadoras en algunos supermercados, pese a que permanecerán abiertos durante el confinamiento, y colapsos en las salidas de la ciudad, ya que miles de personas trataron de escapar por carretera a las provincias aledañas.
Durante el día de hoy, el paisaje es muy distinto en la ciudad, con escaso tráfico y con la Policía desplegada en distintos puntos para impedir que los ciudadanos salgan por motivos no esenciales.
Las medidas se toman después de más de un mes de un distanciamiento social laxo en el que solo cerraron locales de ocio y restaurantes y en la que muchos ciudadanos seguían acudiendo a sus centros de trabajo con normalidad.
En ese tiempo, las autoridades lanzaron una campaña de testeo masivo en toda la urbe con el objetivo de realizar cinco millones de pruebas de detección del virus entre el 26 de junio y el 5 de julio.
Pese a no haber podido controlar por el momento este rebrote, con numerosos casos de la contagiosa variante delta, Vietnam sigue siendo uno de los países que mejor han resistido ante la covid-19, con 21.560 contagios y 104 muertes en total desde el inicio de la pandemia, más de 9.000 de ellos detectados en los últimos dos meses y medio en Ho Chi Minh.
Para muchos expertos, la irrupción de la variante delta, mucho más contagiosa, ha sido la clave de la pérdida de control sobre la pandemia de Vietnam, que mantiene sus fronteras cerradas al turismo desde marzo de 2020.
“La única cosa que ha cambiado son las variantes”, apuntó a Efe por videoconferencia el doctor Ali Mokdad, jefe de estrategia del departamento de Salud de la Población de la Universidad de Washington, en Seattle, que cree que la población de esa zona del Sudeste Asiático tenía cierta inmunidad contra las primeras variantes del coronavirus.
“Es como si el cuerpo dijera ‘he visto algo similar, deja que intente luchar contra ello”, añade el experto, que reconoce que la teoría no ha sido probada en estudios de campo.
grb