El presidente ruso Vladimir Putin advirtió contra la reanudación de "una carrera armamentista" tras la salida de Moscú y Washington del Tratado de desarme nuclear INF, y llamó a Estados Unidos a entablar un "diálogo serio" para "evitar el caos".
Después de seis meses de un diálogo de sordos, Estados Unidos y Rusia reconocieron el viernes el fin del tratado concluido durante la Guerra Fría, acusándose mutuamente de la responsabilidad de su muerte y de violar este documento.
Putin presidió una reunión de su Consejo de Seguridad y habló inmediatamente, algo muy poco común, bajo la forma de una declaración solemne publicada por el Kremlin.
Insistió en que Rusia no se lanzará al desarrollo de misiles nucleares terrestres de alcance intermedio, prohibidos por el Tratado INF, pero lo hará de inmediato si Washington lo hiciese, lo que significaría el comienzo de una "carrera armamentista ilimitada".
No obstante, Estados Unidos esperó apenas unas horas tras la finalización del tratado, el viernes, para anunciar el desarrollo de nuevos misiles convencionales.
"Para evitar el caos donde no hay ninguna regla, límite o ley, debemos reflexionar nuevamente sobre todas las consecuencias peligrosas posibles, y entablar un diálogo serio sin ambigüedades", lanzó Putin.
- Te recomendamos Putin llega al Vaticano con regalos para el Papa Internacional
"Rusia considera necesario reanudar por completo y sin demora las conversaciones para garantizar la estabilidad estratégica y la seguridad. Nosotros estamos dispuestos", añadió.
También ordenó a los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores, así como a los servicios de inteligencia seguir "atentamente" las iniciativas de Washington a este respecto, asegurando que las iniciativas de Moscú tengan "exclusivamente un carácter de reciprocidad".
Los estadunidenses afirman que Moscú ha aumentado sus capacidades de manera incompatible con el INF, que concierne a aquellos misiles con un alcance de entre 500 y 5 mil 500 kilómetros, que en la década de 1980 permitió la eliminación de cohetes rusos SS20 y de los Pershing estadunidenses en medio de la crisis de los euromisiles.
Alto riesgo para todos
"Los hechos están claros. La Federación de Rusia produce y despliega una capacidad ofensiva que estaba prohibida por el Tratado INF", afirmó el viernes el secretario de Defensa estadunidense, Mark Esper.
"Ahora que nos hemos retirado, el departamento de Defensa continuará plenamente el desarrollo de estos misiles convencionales disparados desde el suelo, en una respuesta prudente ante los actos de Rusia", añadió.
La retirada de Estados Unidos del INF fue formalizada el viernes por la mañana por el secretario de Estado, Mike Pompeo, desde Bangkok, donde asistía a unas reuniones regionales.
Rusia replicó acusando a Washington de "haber cometido un grave error" y de crear "una crisis prácticamente insalvable".
Nuevamente propuso una "moratoria sobre el despliegue de armas de alcance intermedio", lo que la OTAN rechazó.
El fin del Tratado INF ha "complicado gravemente la situación en el mundo y creado riesgos fundamentales para todos", consideró este lunes Putin, insistiendo en que "la responsabilidad reposa por completo en la parte estadunidense".
"A pesar de todo lo que ha pasado, contamos con el sentido común y de la responsabilidad de nuestros colegas estadunidenses y sus aliados, ante su gente y toda la comunidad internacional", añadió.
Ahora sólo queda en vigor un acuerdo nuclear bilateral entre Moscú y Washington: el Tratado START, según el cual ambas potencias mantienen sus arsenales nucleares muy por debajo del nivel de la Guerra Fría, y cuya última etapa llega a su fin en 2021.
dmr