Elizabeth Harrington, vocera del Partido Republicano, compartió algunas de las presuntas pruebas que sustentarían las alegaciones del presidente Donald Trump sobre la puesta en marcha de un fraude electoral en su contra.
Se trata de dos supuestos testimonios de observadores electorales en Michigan que habrían reportado irregularidades en el conteo de votos por correo. Una narrativa parecida a la que el propio Trump ha pronunciado desde antes, incluso, de celebrarse la elección.
En el primer testimonio se narra que la madrugada del 4 de noviembre, cuando ya se habían finalizado los conteos en la sala de votación y los participantes comenzaban a irse a casa, los encargados del conteo anunciaron por micrófono que otro cargamento de votos por correo estaba en camino y tendría que ser contado también.
“Escuché a otros retadores decir que varios vehículos con matrículas de otro estado se detuvieron frente al centro de convenciones TCF un poco antes de las 4.30 am y descargaron las urnas de las papeletas”, se relata en el testimonio compartido por Harrington en redes sociales.
De acuerdo con la legislación estadunidense, un observador electoral en un estado puede cuestionar la elegibilidad de un votante, por lo tanto, también actúa como un “retador”. En algunas entidades, esos pueden ser dos roles separados, y algunos estados pueden prohibir a uno o al otro.
El testimonio relata que durante el día miles de papeletas por correo fueron traídas y colocadas en ocho mesas largas “a diferencia de otras papeletas, estas cajas fueron traídas desde la parte trasera de la habitación”.
A pesar de que el mismo procedimiento se siguió con las cajas que llegaron entrada la madrugada, el observador apuntó que, presuntamente, se dio cuenta que, “específicamente”, cada papeleta que observó “fue marcada para Joe Biden”.
“Mientras contaban estas nuevas papeletas, escuché a los contadores decir, al menos, cinco o seis veces que las cinco o seis papeletas eran para Joe Biden. Todas las papeletas contabilizadas que escuché y observé fueron para Joe Biden”, abunda al respecto el testimonio.
En otro testimonio compartido por Harrington, un segundo observador electoral pone en duda el procedimiento entero para contar los votos por correo en Michigan.
“La lista principal de personas que se habían inscrito para votar el 1 de noviembre o antes se incluía en un libro de votación electrónico, a menudo denominado QVF. Según tengo entendido, las hojas suplementarias eran la lista de personas que se habían registrado para votar el 2 de noviembre o el 3 de noviembre. Observé que ninguno de los nombres en estas nuevas papeletas estaba en la QVF o en las hojas suplementarias”, sostiene el testimonio.
También relata que, presuntamente, los operadores de computadoras habrían agregando manualmente los nombres y direcciones de estos miles de papeletas al sistema QVF con datos imprecisos, de manera premeditada.
“Cada boleta se ingresaba de manera fraudulenta y manual en el libro de votación electrónico, como si (el votante) hubiera nacido el 1 de enero de 1900. Este ‘último’ lote de boletas se procesó entre las 8:00 pm y las 10:00 pm”, detalla.
Cuando el observador supuestamente preguntó a uno de los encargados del conteo sobre la irregularidad, este habría respondido, de acuerdo con el testimonio, que “fue la instrucción que llegó desde la oficina del secretario del condado de Wayne”.
“Me sorprendió y decepcionó la preponderancia de la deshonestidad, las irregularidades y las tácticas fraudulentas en las elecciones del 3 de noviembre de 2020 en el centro de convenciones TCF. La información anterior es verdadera a mi leal saber y entender”, concluye la presunta prueba presentada por los republicanos.
jlmr