Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, sostuvo una llamada con el papa Francisco y lo invitó a actuar como mediador en las negociaciones entre Ucrania y Rusia, que inició una invasión en febrero.
"Apreciaríamos el papel de mediador de la Santa Sede para poner fin al sufrimiento humano" en Ucrania, tuiteó Zelenski tras una conversación telefónica con el papa, después de que el Kremlin juzgara que los diálogos actuales con Kiev no eran suficientemente "sustanciales".
El presidente ucraniano declaró que había informado a "Su Santidad de la situación humanitaria difícil y del bloqueo de los corredores humanitarios por las tropas rusas", y agradeció los "rezos por Ucrania y la paz" oficiados por el papa.
Desde que empezó la ofensiva rusa en Ucrania, que ha dejado miles de muertos, sobre todo civiles, el papa Francisco ha reiterado los llamados a la paz.
En una oración pública, el 16 de marzo, el Papa pidió perdón a Dios en nombre de los humanos que "continúan bebiendo la sangre de los muertos destrozados por las armas".
Ucrania, un país mayoritariamente ortodoxo, cuenta con una importante minoría greco-católica dependiente del Vaticano, concentrada sobre todo en el oeste del país.
Esta confesión católica de rito oriental, que constituye la tercera Iglesia de Ucrania, afirma que tiene 5,5 millones de fieles en la exrepública soviética, que antes de la guerra tenía unos 40 millones de habitantes.
Cerca del 9% de los ucranianos afirman pertenecer a esta Iglesia, mientras que el 58% se reivindica como parte de la Iglesia ortodoxa independiente y un 25%, del Patriarcado de Moscú, según un sondeo de 2021.