La Unión Estadunidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) instó a una jueza a reconsiderar una orden mordaza parcial que impuso a Donald Trump en el caso que le acusa de intentar anular su derrota en las elecciones de 2020, argumentando que viola su derecho a la libertad de expresión.
"Trump conserva el derecho de expresión de la Primera Enmienda, y el resto de nosotros conservamos el derecho a escuchar lo que tiene que decir", dijo la ACLU en un expediente "amicus" presentado ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Washington.
La organización argumentó que la orden mordaza de la jueza de distrito Tanya Chutkan, que ha levantado temporalmente, es "inconstitucionalmente vaga" y abarca una gama tan amplia de temas que "socavaría el debate sobre asuntos de interés público".
La orden prohíbe al ex presidente estadunidense y a otras personas directamente implicadas en la causa penal hacer declaraciones públicas que apunten a los fiscales, al personal del tribunal y a posibles testigos del caso. Permite a Trump criticar al Departamento de Justicia de Estados Unidos y denunciar que la acusación tiene motivaciones políticas.
Chutkan emitió la orden tras constatar que las publicaciones de Trump en las redes sociales y sus comentarios públicos corren el riesgo de influir en los testigos y provocar amenazas y acoso contra funcionarios públicos. Trump se ha referido en repetidas ocasiones al fiscal especial Jack Smith, que instruye el caso, como "matón" y "trastornado".
Trump, que ha criticado las restricciones por considerarlas un obstáculo para su campaña presidencial, ha recurrido la orden ante el Tribunal de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia. La medida está temporalmente en suspenso mientras Chutkan estudia la petición de Trump de una pausa más larga.
No está claro si Chutkan tendrá en cuenta los argumentos de la ACLU. La jueza ha denegado anteriormente solicitudes de organizaciones externas para presentar escritos en el caso.
Trump se ha declarado inocente de los cargos en el caso de las elecciones federales, uno de los cuatro casos penales a los que se enfrenta mientras busca ganar la nominación republicana a la presidencia en 2024.
La ACLU ha sido crítica de Trump y con frecuencia desafió las políticas de su gobierno mientras estuvo en la Casa Blanca. El grupo ha enfrentado críticas por dar un giro hacia una defensa liberal uniforme y alejarse de su postura tradicional de defender las libertades civiles en todo el espectro político.
"Esta no es la primera vez que hemos dicho que incluso los derechos de la Primera Enmienda de Donald Trump tienen que ser protegidos", dijo Ben Wizer, director del Proyecto de Discurso, Privacidad y Tecnología de la ACLU. "Siempre hemos opinado que si los derechos de libertad de expresión no pertenecen a todos, entonces no pertenecen a ninguno", concluyó.
SNGZ