Tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías desarrollo, la agricultura familiar es la forma predominante de producción alimentaria y agrícola, ya que genera más de 80 por ciento de los alimentos del mundo, asegura el documento de las Naciones Unidas (ONU), Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar, 2019- 2028 Plan de acción mundial.
Sin embargo, los sistemas alimentarios a escala mundial enfrentan desafíos cada vez más apremiantes: el hambre, las enfermedades relacionadas con la alimentación, responder a la demanda de crecimiento demográfico, reducir el desperdicio de alimentos y los residuos alimenticios, hacer frente al agotamiento de los recursos naturales y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, la degradación del medio ambiente, el cambio climático y todo lo que eso conlleva, desglosa el documento.
“Para alimentar al mundo de forma sostenible se precisa un cambio urgente y radical en nuestros sistemas alimentarios”. Y la agricultura familiar “posee un potencial único para promover cambios transformadores en el modo en que los alimentos se cultivan, producen, procesan y distribuyen, lo que mejora el desarrollo territorial”, explica el texto de la ONU.
En ese contexto “el Plan de Acción Mundial del Decenio de la ONU para la Agricultura Familiar 2019-2028 tiene por meta acelerar las medidas tomadas de manera colectiva, coherente e integral para apoyar a los agricultores familiares, que son agentes clave del desarrollo sostenible”.
Sin embargo, para que estas medidas sean eficaces será fundamental que se aborden desde una perspectiva que tome en cuenta las dimensiones económicas, sociales y medioambientales que están interconectadas, asegura el documento.