La salida de Estados Unidos del pacto nuclear con Irán anunciada el martes por Donald Trump, desencadenó turbulencias políticas en Teherán.
El presidente Hasán Rohaní confirmó minutos después del anuncio que Irán seguirá en el pacto si el resto de las potencias firmantes permanecen, en alusión a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU —EU, China, Rusia, Francia y Gran Bretaña— más Alemania, el llamado grupo “5+1”.
“Si alcanzamos los objetivos del acuerdo en cooperación con los otros miembros, el tratado se mantendrá vigente”, dijo Rohani a la prensa minutos después del mensaje de Trump.
Por su lado, el líder supremo iraní y jefe de los Guardianes de la Revolución (una especie de ejército protector de la República Islámica con plenos poderes y gran influencia en el país) Alí Jamenei espetó que Trump había cometido “un error”, dando él también por finalizado el pacto.
“Ha contado quizá más de diez mentiras en su intervención. Ha amenazado al régimen y la gente, diciendo que hace esto o aquello. Mr. Trump, se lo digo en nombre de los iraníes: ha cometido un error”, insistió el ayatolá, según su web oficial.
A las palabras tajantes del líder religioso y político se unieron varios parlamentarios que, en el propio hemiciclo, quemaron una bandera de EU, una copia del pacto nuclear de 2015 y otro papel en el que podía leerse “Muerte a América”, en alusión a EU.
Las tiendas de periódicos amanecieron con las portadas llenas de fotos de Trump pero también de Federica Mogherini, la canciller de la Unión Europea (UE), quien rechazó la decisión de Washington.
El respaldo al pacto de parte de la UE , así como de Francia y Alemania, calmaron las aguas de la economía y aunque hoy se esperaba un gran caída del rial, la moneda local, el cambio con el euro pasó de 72 mil el martes a 75 mil en el mercado negro.
Mientras, las calles de Teherán amanecieron inmersas en la misma calma con que anochecieron la víspera, pese al anuncio de Trump.
“No va a pasar nada, no queremos vernos como Siria o Irak, estamos cansados de esto, sí, pero al menos vivimos en un país seguro”, analizó Moied, uno de las decenas de cambiadores de dinero clandestinos que ayer abordaban a los extranjeros con especial insistencia. Para él, nada sucederá en las calles sea cual sea el destino del pacto.
“Estados unidos y Gran Bretaña fueron los que causaron la revolución islámica de 1979, poniendo en el poder a estos radicales religiosos”, opina Moied.
“Cuando juegas a un juego tan peligroso, el menor error se convierte en un desastre”, reflexiona sobre el cambio de modelo político que Irán llevó a cabo tras la revolución instaurando una República Islámica.
Así, este nuevo escenario se suma a la falta de confianza de los iraníes hacia el gobierno de Rohaní, un conservador moderado, quien no ha conseguido frenar la devaluación de la moneda como secuela en parte de las sanciones económicas de EU, ni frenar la pérdida de capacidad económica de sus compatriotas. “Lo que pasará mañana nadie lo sabe, esperemos que el rial no baje demasiado y podamos seguir viviendo de una manera más o menos decente”, dice Fathma, una joven camarera.
Con información de Mariana Iglesias/enviada.