Muchos miedos sobre home office se rompieron con covid-19: Bayer México

Entrevista con Manuel Bravo

Con presencia en 80 naciones y 100 mil empleados, 4 mil 600 de ellos en el país, adoptará permanentemente el home office porque “es momento de ser punta de lanza no solo en términos de producto sino en cómo operamos”.

“Muchos paradigmas se rompieron con el covid-19”, afirma el ejecutivo. Especial
Miriam Castro
Ciudad de México /

Bayer es una de las 50 compañías más innovadoras del mundo; solo en 2019 invirtió 5 mil 342 millones de euros en investigación y desarrollo, el equivalente a casi 13 por ciento de sus ventas, pero para este 2021 la químico-farmacéutica alemana con presencia en 80 países, México incluido, también busca ser punta de lanza en su forma de operar. 

Previo a la pandemia ya analizaba la posibilidad de implementar uno o dos días de home office para gran parte de sus más de 100 mil empleados, 4 mil 600 de ellos en México, pero el covid-19 aceleró abruptamente sus planes y cambió para siempre el ADN de la organización.

En conversación con MILENIO, Manuel Bravo, presidente y director general de Bayer México, reconoce que el catastrófico 2020 no solo “empujó” dos años y medio los planes de digitalización de la empresa, sino que además rompió miedos en materia de cultura organizacional, dejando aprendizajes que delinearon el nuevo rumbo que llevará; entre ellos los beneficios de adaptarse a las necesidades de sus empleados y la posibilidad de que “un monstruo como Bayer” pueda operar con la velocidad de una startup.

¿Qué lecciones o aprendizajes les dejó la pandemia?

Nos deja grandes aprendizajes. Dentro de lo complicado y lo difícil que ha sido, también hay cosas positivas que no debemos dejar atrás y debemos llevar a la nueva forma de operar, a la manera en la que definimos las prioridades. Estos 10 o 12 meses no debemos tirarlos a la basura.

De las primeras cosas que nos dimos cuenta fue de la responsabilidad de la organización. Durante meses, previo a la pandemia, pensamos cuál debería ser el siguiente paso en términos de desarrollo organizacional, de la posibilidad de hacer home office uno o dos días. Lo analizamos una y otra vez y había pros y contras. Hablo de mediados de 2019 y de repente el 18 de marzo del año pasado, de un día para otro, todos a su casa; ya no estábamos hablando de uno o dos días sino de prácticamente toda la semana.

Muchos miedos o paradigmas se rompieron. Vimos cómo la organización, los empleados, estaban involucrados con los objetivos de la compañía. Ese es un aprendizaje que hay que seguir; debemos fomentar la confianza, trabajar en nuestra capacidad de empoderar a los colaboradores porque una organización empoderada logra todo. 

Una segunda lección fue que, como muchas industrias, nos habíamos puesto un objetivo muy agresivo de transformación digital, pero esta pandemia aceleró de manera positiva todo el proceso. Ganamos dos años y medio. 

Una compañía como Bayer se tiene que transformar en una startup y eso es algo muy complicado porque es un animal de 100 mil empleados, con presencia en 80 países, pero a la vez quiere ser esa compañía punta de lanza que traiga productos de gene editing, que exploten de manera muy agresiva los datos que hay afuera para traerle a los clientes mejores soluciones.

El último aprendizaje es que, independientemente de cómo lo hagas, es indispensable escuchar y estar cerca de los clientes. A eso se dedicó mucho la organización, sabíamos que había que estar cerca de los clientes, que sus necesidades habían cambiado, que teníamos que adecuarnos a la forma de operar de estos tiempos que nos permitió lograr muchos objetivos de negocios.

¿Cuál es el cambio más contundente en la organización?

Tenemos un equipo enfocado a lo que llamamos el próximo normal que está recabando toda la información. Desde un inicio llevamos tres encuestas, hablando de esto, llevamos probablemente seis u ocho focus group con gente de diferentes divisiones, funciones y realidades; me refiero a diferentes generaciones, solteros, casados, viudos, hombres, mujeres. 

Estoy claro de que las primeras respuestas, en una ciudad como México donde toma entre dos y tres horas el traslado al día, hay un gran valor en trabajar desde casa. No sé hoy si van a ser dos, tres o cuatro días de home office, lo que sí estamos dejando claro es que tus resultados o tu desempeño no se basan en tu presencia.

Estamos buscando total flexibilidad; que mientras haya un diálogo entre el empleado y su jefe, los recursos y la claridad de cómo lo vamos a hacer va a haber flexibilidad. Yo creo que al final, en promedio, sí vamos a tener entre dos y tres días de la gente trabajando desde su casa, con algunos casos trabajando los cinco días desde casa. Eso también lo tenemos que balancear con el tema de cultura, con el tema de orgullo por trabajar en la compañía, con el tema de equipo y eso también tiene mucho valor. Tenemos que pensar cómo balancear trabajar desde casa con la necesidad de una vez al mes o cada dos semanas los equipos se junten de manera física.

Tenemos delante una hoja en blanco y todo mundo se está moviendo en ese sentido, no es que puedas aprender de aquella compañía que ya lo está haciendo, ¡no!. Tengo que escuchar a mi organización para saber qué le preocupa, qué le gusta de ir a la oficina, qué le gusta de ir a la casa, cuáles son las brechas que tenemos que cerrar cómo organización para que se sientan cómodos. Tenemos además la ventaja de tener presencia en 80 países, así que algunos de ellos llevan un poquito más tiempo implementando pilotos y estamos compartiendo los primeros aprendizajes.

Inicialmente pensamos que este nuevo normal y estos nuevos planes los estaríamos implementando para octubre de 2020, pero obviamente todavía no estamos en eso, y eso nos ha dado más tiempo para aprender, para leer. Hay una cantidad impresionante de literatura allá afuera.

¿Bayer está listo para implementar esos cambios?

En Bayer somos reconocidos como una compañía de innovación y nuestro ADN está en eso; por eso invertimos tanto dinero en innovación y desarrollo porque estamos convencidos de nuestro lema: “Ciencia para una vida mejor”; pero es momento para también ser punta de lanza no solo en términos de producto sino en cómo operamos. Yo quiero que Bayer sea punta de lanza en la manera en cómo la organización se siente y el compromiso y el engagement que tienen con nuestra visión; eso me parece que también es innovación y en eso estamos. Tenemos ocho plantas de producción en México, cinco centros de investigación y 4 mil 600 empleados. El reto es grande.

¿Qué planes tiene Bayer en términos de innovación?

El reto de la agricultura es enorme. Tenemos que duplicar la cantidad de alimento que se producirá en los siguientes 30 años, eso es mucho, pensando en que solo tenemos una tierra y que no queremos extender la frontera agrícola y seguir talando selva. Queremos mantener lo mismo con el reto de tener menos agua y el cambio climático. En resumen en cada hectárea que se produzca tenemos que producir el doble. Ese es el problema y lo único que nos va a permitir ser exitosos como humanidad es tecnología y ciencia. Tenemos un esfuerzo muy grande en términos de agricultura digital, y de precisión que se lanzó hace 4 o 5 años en Estados Unidos, después en Canadá y Argentina y este año ya lo estamos lanzando en México.

¿Cuál ha sido el resultado de la agricultura digital en el país?

En Sinaloa lanzamos nuestros primeros pilotos para ayudar al agricultor de maíz para que tome mejores decisiones desde la fecha de siembra hasta la recolección. La idea es extenderlo a cualquier productor de maíz, en Brasil ya lo hacemos con productores de caña y de banano.

Poco a poco vamos a ir subiendo cultivos que nos permitan tener una mejor conversación con el agricultor para que tenga una mayor productividad, una mayor rentabilidad y tenga una mayor sustentabilidad: tres palabras clave para el futuro de la agricultura.

Es muy importante transformar la agricultura con beneficio para el agricultor, para el consumidor y para el planeta y eso es lo que nos hemos puesto como visión en Bayer para la agricultura.

Nosotros invertimos entre 12 y 15 por ciento en desarrollo y agricultura, eso es cerca de 2 mil millones de euros, de eso probablemente una cuarta parte va específicamente a temas de agricultura digital, uso de datos de agricultura de precisión, etc.

Hay 550 millones de pequeños agricultores en el mundo, mayormente concentrados en China, India, Indonesia, algunos países de África y en Mesoamérica; México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Un pequeño agricultor tiene menos de 5 hectáreas y muchos de esos pequeños agricultores no tienen acceso a tecnología, tienen una productividad extremadamente baja, no tienen acceso a mercados, sino que normalmente es tan baja su productividad que ellos mismos la consumen.

El reto que nos hemos puesto como Bayer es ser capaces a 100 millones de pequeños agricultores con tecnología y mejorarles su calidad de vida. México es uno de los 7 o 10 países a nivel mundial que estamos haciendo esfuerzos muy importantes en este objetivo y todo es basado en tecnología, en uso de smartphones, porque increíblemente yo te diría que 80 por ciento de los pequeños agricultores de México tiene un un teléfono inteligente y eso nos facilita la comunicación.

Estamos haciendo este proyecto de experimentar, seguir y seguir buscando la posibilidad de trabajar con los pequeños agricultores a través de tecnología en términos de prácticas agronómicas, de crédito, de seguros y de comercialización, que aun cuando no es nuestra área es posible hacer alianzas con jugadores que estén interesados en entrarle al tema de pequeños agricultores. La tecnología también es eso, también nos sirve para tocar la vida de los pequeños productores en el país.


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