La carencia de un reglamento dentro de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), declarado inconstitucional por magistrados, provoca diversas anomalías desde la falta de sanciones administrativas al personal como de transparencia en sus operaciones, aunado a una descoordinación entre los elementos de la Secretaría de Hacienda, efectivos marinos y militares.
La propuesta por parte de la iniciativa privada es crear un observatorio enfocado en darle un manejo adecuado al paso de mercancías de importación entre México y Estados Unidos. La situación se refleja actualmente en irregularidades como contrabando de mercancías como de gasolina importada, situación que afecta directamente a los productores y dueños de negocios de giro terciario, explicó la Federación de Cámaras de Comercio (Fecanaco).
“Preocupa enormemente a empresarios, al tener reglamento sin ajustarse al marco constitucional en todas las operaciones realizadas por la ANAM y las aduanas, incluido sanciones administrativas, multas y decomisos que debieron ser ilegales al ser ejecutados mediante un reglamento y un ente que, hoy, opera en contradicción a la constitución”, dijo su titular Julio Almanza Armas.
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Recientemente, el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, sentenció como inconstitucional la creación de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) al no tener un reglamento interno encargado de poner orden en estas actividades referentes al comercio exterior. Notificó lo anterior tras resolver el amparo 411/2023.
La oficina se estableció en 2022, mediante reformas a los reglamentos internos de la Secretaría de Hacienda y del SAT, así como la emisión del Reglamento Interior. Sus atribuciones son la administración, control y vigilancia de actividades de comercio exterior, regulación de la entrada y salida de mercancías, aplicación de regulaciones y restricciones no arancelarias y la gestión de procedimientos administrativos en la materia.
“Se propone al gobierno federal un nuevo esquema de participación y transparencia mediante un programa de Observadores de operaciones de importación. Buscará permitir la presencia formal de representantes de la Iniciativa Privada, en los lugares donde las aduanas realizan el control de ingreso de mercancías al país”, concluyó.
Desde la descoordinación de elementos de la Marina y la Sedena, sin renovarse la tecnología, horarios y tiempos de espera poco eficientes y sin sincronizarse con autoridades norteamericanas, más una designación “arbitraria” de puntos de importación para alimentos, combustibles, mercancías y vehículos, más de cupos, volúmenes, horarios o límites de operaciones diarias, son las consecuencias.
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