Un almuerzo con Richard Thaler, premio nobel de Economía 2017

FT Mercados

Thaler habla sobre la economía del comportamiento humano y lo que pueden hacer los gobiernos para mejorar el bienestar de sus ciudadanos.

Thaler cultiva una personalidad feliz y optimista, es un hombre cuyas propias debilidades le ayudan a comprender las de los demás.
Tim Harford
Ciudad de México /

El restaurante The Anthologist no sirve nueces de la India, así que en su lugar pido un tazón de almendras ahumadas. Cuando llegan, pido que las pongan en frente de Richard Thaler. Él protesta diciendo que el camarero no entiende la broma. Los lectores la entenderán, le aseguro.

Esos lectores tal vez sepan que el profesor Thaler es un economista galardonado con el Premio Nobel, pero es más famoso como coautor del libro Nudge. Por su obra posterior Misbehaving: The Making of Behavioural Economics incluso pueden saber que al hombre de 73 años de edad le gusta contar una anécdota sobre un tazón de nueces de la India, que arroja una luz sobre su enfoque de la economía.


Sirvió el célebre tazón a algunos invitados mientras la cena se asaba en el horno, luego observó a todos comerse las nueces compulsivamente y poco a poco ir perdiendo su apetito. Entonces Thaler decidió retirar la tentación. Sus invitados le agradecieron.

Sería una historia poco notable, excepto que ese tipo de acciones simplemente no se ajustan al modelo económico racional del comportamiento humano. Reflexionar sobre esas historias ayudó a Thaler a crear la economía del comportamiento, una rama de la disciplina que apunta al realismo psicológico.

Él dice

"Si quieres que la gente haga algo, hazlo fácil"


Thaler cultiva una personalidad feliz y optimista, es un hombre cuyas propias debilidades le ayudan a comprender las de los demás. El economista es un modelo de autocontrol. “Observa cuántas nueces me he comido”, dice, 20 minutos después de nuestra conversación. “Cero”.

El premio nobel admite que estuvo evitando el almuerzo. Está en Londres durante 15 días, enseñando un curso en la Universidad de Chicago Booth School of Business, y después de un generoso desayuno, dice que no necesita ni tiene tiempo para almorzar.

Esto también puede explicar su falta de interés en el restaurante. Nos reunimos en la escuela de negocios, y eligió el lugar más cercano. Ni siquiera doy un vistazo al interior de The Anthologist, porque rápidamente nos dirigen a una mesa en la acera.

Solía sacar más provecho de sus visitas anuales a Londres. “Pasaba la mañana con el Behavioral Insight Team” (la famosa unidad que estableció David Cameron y que se inspiró en el libro de Thaler), “después daba clase toda la tarde. Y luego, la mitad de las noches, había cenas con amigos”. 

El equipo Behavioral Insight de Whitehall parece estar mostrando más longevidad que el equivalente de la Casa Blanca. “El movimiento clave que hicieron desde el principio fue separarse del gobierno”. Ahora son una empresa social semiautónoma en la que la Oficina del Gabinete mantiene una participación. Hicieron ese movimiento, por supuesto, antes de la autodefenestración inducida por el referéndum de Cameron. 

Thaler escribió anteriormente sobre el referéndum en FT. Me recuerda que Theresa May dijo: “La realidad es que no sabemos en qué términos tendríamos acceso al mercado único”.


El mesero nos interrumpe y presiona a Thaler para que pida un poco de vino. Él lo aleja. Regresamos a May, y su explicación de que un voto por leave (salir) sería votar por algo indefinido y desconocido. El mesero finalmente logra que ordenemos algo. Thaler se decide por una ensalada de pato crujiente. “Se llama ensalada, sabes que al menos da la ilusión de ser saludable”. Me siento tentado por la hamburguesa Wagyu, pero me da vergüenza, así que pido un poco de bacalao con hinojo marino. 

El mesero está dispuesto a vender más. ¿Spritzer? ¿Algún halloumi? Thaler y yo estamos desconcertados por la sugerencia de halloumi con bacalao y pato, aunque me hubiera convencido si el mesero hubiera tratado de vendernos papas fritas.

Cuando llega, el bacalao es lo suficientemente agradable, pero no hay mucho. Lamento no haber pedido las papas fritas. Las almendras ahumadas se ven sabrosas, pero están al otro lado de la mesa junto a la mano izquierda de Thaler.

 El mensaje clave de Nudge fue que los gobiernos podrían mejorar la salud y el bienestar de sus ciudadanos sin infringir su libertad, simplemente deben diseñar más cuidadosamente sus reglas. “Si quieres que la gente haga algo, hazlo fácil”, dice Thaler. 

Recientemente, él ha estado escribiendo sobre lo que llama lodo. Es el mismo procedimiento pero al revés: si quieres que la gente no haga algo, hazlo difícil. Para dar un ejemplo, el economista tiene que ajustar cuentas con The Times, donde se publicó la primera reseña del libro Misbehaving. El editor de Thaler le envió un enlace.

 “No puedo pasar el muro de pago sin suscribirme”, dice. Luego se da cuenta de que hay una oferta de suscripción de prueba de un mes. “Sigo leyendo, después de haber escrito un libro sobre esto, y veo que se renovará automáticamente”. 

No solo eso, se renovará a precio completo, “y para poder dejarlo, tengo que avisarles con 14 días de anticipación. Entonces, la prueba gratuita de un mes en realidad es de dos semanas. Y tengo que llamar a Londres (desde Chicago) a una línea no gratuita”. 

Thaler deja de comer su ensalada. Hace mucho tiempo que terminé mi pequeño pedazo de pescado. Las almendras ahumadas de alguna manera se movieron al centro de la mesa, fácilmente a mi alcance. Pido un espresso. Después de que llega, doy un sorbo, y luego mi mano se mueve hacia las almendras antes de darme cuenta.

 Él ríe. Es hora de que él se vaya. Nos estrechamos la mano, y luego se inclina por una almendra ahumada. “¡Una!”, dice. Después de comerla, se dirige hacia la escuela de negocios.





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