Las ventas en México de vehículos pesados se encuentran estancadas, por lo que se necesita mayor certeza jurídica que incentive la inversión, a lo que se suma que es indispensable la reactivación económica, indicaron la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
De enero a julio se comercializaron al mayoreo 17 mil 345 vehículos pesados, lo que significó una caída de 36.1 por ciento con respecto a las unidades vendidas en este lapso de 2019, antes de la llegada de la pandemia de covid-19, mientras que las 18 mil 168 unidades comercializadas al menudeo representaron un retroceso de 28.1 por ciento en los mismos periodos.
Guillermo Rosales Zárate, presidente de la AMDA, expresó en conferencia de prensa que si bien a inicios de este año se visualizaba un crecimiento sostenido en ventas, en marzo comenzó el periodo de estancamiento, por lo que revertir los estragos de la contingencia sanitaria en el sector será un proceso que tomará más tiempo, de tal forma que las ventas continúan por debajo de sus niveles previos a la pandemia.
Por su parte, Miguel Elizalde Lizarraga, presidente ejecutivo de la ANPACT, expresó que “aún hay mucho por hacer para alcanzar la recuperación económica de la industria”, por lo que este 2021 es una oportunidad para dar certeza normativa, así como impulsar un programa de renovación vehicular.
“Si bien hemos crecido respecto a 2020, las ventas siguen por debajo de los niveles prepandemia. Para alcanzarlos es muy importante contar con certeza jurídica, que no cambien las reglas del juego, que se incentive la inversión y las actividades productivas, es decir, evitar que se desincentive este mercado. Requerimos como industria acciones y políticas que nos permitan incentivar la renovación de la flota”, reiteró.
En tanto, Elizalde agregó que, para los siguientes años, los estímulos que se den al sector tendrán un papel fundamental para mantener la competitividad, ya que la industria pasará por una reconversión a tecnologías más amigables con el medio ambiente, transformación que no hará sólo que las plantas productivas sean más limpias en diésel, pues también virará hacia vehículos que utilicen gas natural, celdas de hidrógeno, que sean híbridos o eléctricos, entre otras características.
MRA