Tras pandemia, el camino para América Latina es la reindustrialización: Alacero

El presidente Máximo Vedoya señaló que la educación y la reindustrialización son las bases para que la región latinoamericana pueda recuperarse.

Máximo Vedoya, presidente de Alacero. Foto: Especial.
Esther Herrera
Monterrey /

Ante el actual panorama económico a la región de América Latina no le queda más camino que la educación y la reindustrialización, señaló Máximo Vedoya, presidente de Alacero.

Durante su participación dijo ser “moderadamente optimista, después de la crisis que sufrimos veo una recuperación en forma de V”, sobre todo en Brasil y Argentina.

Durante la edición 61 del Congreso Alacero, que se llevó a cabo de forma virtual, el directivo mencionó que todos los países de la región van hacia esa recuperación (…) Esto hizo que haya un reabastecimiento de la cadena y que también la demanda esté creciendo, hay más venta de autos y de electrodomésticos.

“América Latina tiene una oportunidad histórica de hacer la diferencia, están dadas las condiciones para volver al camino de crecimiento, de movilidad social e inclusión”, señaló.

Frente a esto, indicó que la educación y la reindustrialización son pasos fundamentales que América Latina debe tener para generar esta movilidad social y disminuir la desigualdad social.

Reconoció el trabajo de los gobiernos en los países de la región como en Brasil con la reducción en costos de la industria, punto crítico para poder lograr este proceso de reindustrialización, ya que es importante aprovechar la relocalización de las industrias para hacer a los países de la región más atractivos para estas empresas.

“Es una oportunidad histórica para construir una América Latina donde el empleo de calidad sea un factor de cambio en la sociedad”, aseguró.

Al participar en el panel de los CEOs de las empresas de acero, Vedoya destacó también que el tema ambiental es crítico y, sin duda, la pandemia lo aceleró. Este mundo tiene que ser más descarbonizado.

“El sector cuenta con procesos más eficientes en energía y nuevos avances en la captura de CO2, por ejemplo, en México hay tres plantas que hoy hacen captura de carbono de sus reducciones directas. Se hacen operaciones en Puebla y dos en Monterrey, donde en vez de emitirse este CO2 se encapsula y se vende a la industria alimenticia”, explicó.

Asimismo, refirió que el sector trabaja en cómo será la transición del carbono al gas natural, y luego al hidrógeno como agente reductor.

Durante el panel, Raúl Gutiérrez, CEO de Deacero, comentó que las empresas del sector en México han implementado programas de apoyo a la cadena de proveeduría.

“Hay una gran oportunidad para las Pymes para sumarse a la cadena de valor y con ello aumentar el contenido nacional”, mencionó.

Este congreso incluyó en su agenda el panel “La Reindustrialización de América Latina, una oportunidad para el escenario postpandemia”, donde participó el politólogo Andrés Malamud, quien analizó el impacto de la dinámica global sobre América Latina.

“El populismo en el norte son las clases medias que caen y se irritan. En el sur, el populismo son las clases populares que suben y exigen su reconocimiento.
“Hay que mirar el vínculo entre lo doméstico y lo global, donde la región es un encadenamiento intermedio. Si hay algo que caracteriza a Latinoamérica no son las guerras, la integración o la eficiencia, sino la ilegalidad en todos los aspectos”, planteó el investigador de la Universidad de Lisboa.

El especialista consideró con respecto al impacto desigual de la pandemia que América Latina estaba estallada desde fines del año pasado. Ya había problemas de cohesión social al haber mucha insatisfacción basada en la sensación de injusticia, y advirtió que va a ser peor.

En ese sentido, dijo que la región está segregada “entre los de arriba y los de abajo” y planteó que los gobiernos deben impulsar políticas públicas y educativas que incentiven la generación de empleo.

“Hay que crear rango medio, la gente con habilidades intermedias”, concluyó.

Durante esta edición 61 del Congreso Alacero, que se realizó de forma virtual, se conectaron más de 3 mil personas de distintos países de América Latina y otras regiones del mundo.

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