Las nenis, una acepción que fue proliferando las redes sociales marcaba, al fin, un análisis más minucioso de una actividad económica en la que las mujeres acapararon los espacios digitales con el fin de comercializar productos y servicios; una manera de autoempleo en la que muchas hicieron frente a las afectaciones económicas que padecieron a partir de la emergencia sanitaria por covid-19 y que de acuerdo con Sonia Garza González, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas (Ammje) ayudarán a promover la recuperación económica del país.
En entrevista con MILENIO, la representante expuso que las empresarias del país aprendieron a adaptarse a una nueva realidad, capacitándose y digitalizando sus negocios.
¿Cómo vino a transformar la pandemia el panorama para las mujeres empresarias?
Esta pandemia vino a hacer énfasis en algunas de las situaciones que veníamos arrastrando por cultura durante todo estos años, que es que las mujeres deben dedicarse al hogar y los cuidados. Los sueldos no remunerados nos han afectado muchísimo en nuestra economía, porque las mujeres podrían aportar más a sus comunidades. Sin embargo, ahora podemos llegar a más mujeres a través del uso de la tecnología, llegar a cualquier rincón, ahora los emprendimiento son tienen frontera, los espacios se eliminaron.
¿Qué ha pasado con las llamadas nenis?
Esa economía neni es súper importante. Aunque sea informal hoy 13 millones de hogares dependen de esa economía, generan 9.5 millones de pesos diarios. Si tuviéramos un gobierno más amigable, que en lugar de una hacienda persecutoria, que da miedo. Debería de hacer cursos de capacitación para decirles cómo se formalicen y que a través de la formalización tienen muchos beneficios.
Sabemos cuáles son las necesidades. Sabemos que las mujeres emprendemos más en la informalidad por todas las exigencias que tiene una empresa formal y por los compromisos que asumimos al tener una empresa formal.
¿A qué se enfrentan estas emprendedoras?
Creo que las mujeres están en la informalidad por desconocimiento y la falta capacitación para que vean todas las ventajas que tiene el sector formal. También algo muy importante es la falta de horarios flexibles; esa falta de horarios flexibles hace que las mujeres renuncien a sus trabajos; por ejemplo ahora. En pandemia que tuvieron que renunciar porque sus hijos estaban en casa y no estaban en la escuela porque no. Podían cubrir con el horario. Y si alguien tenía que renunciar, tenía que ser la mujer, lamentablemente. Esa es nuestra cultura.
De acuerdo con el análisis La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad, realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que la pandemia impactó de manera negativa en los niveles de ocupación y las condiciones laborales para las mujeres en la región; ello generó un retroceso de más de una década en los avances logrados en dicha materia.
El reporte señala que la tasa de participación laboral de las mujeres se ubicó en 46 por ciento durante 2020; en el caso de hombres la cifra fue de 69 por ciento. Mientras, en 2019 se ubicaron en 52 y 73.6 por ciento, respectivamente.
¿Qué representa para ustedes el conocer las cifras de afectaciones en términos de equidad laboral?
Están las cifras, no nos gusta escucharlas, pero algo se tiene qué hacer.
Yo creo que es desalentador, todas estas cifras difíciles que a veces no queremos pronunciar porque nos duele, porque sentimos que hemos fallado y nos falta trabajar en ese aspecto, son muy importantes que les demos visibilidad para que le demos el valor que requiere para generar esta transformación y cambio. Nos duele, nos impacta, pero no podemos abarcar todos los temas; el fundamental es la independencia económica.
Pese a ello, esta pandemia nos sirvió para capacitarnos. Porque teníamos a la mano un dispositivo para poder conectarnos y prepararnos. Y hoy estamos preparadas, tenemos más títulos que nuestros pares entre 24 y 34 años.
¿Qué es necesario hacer en este camino hacia la recuperación?
Iniciar la educación con los niños y las niñas es muy importante. Ver un ecosistema que te ayude y que te muestre el valor de tener autonomía económica es fundamental
Creo que hemos avanzado en el camino, pero que todavía falta mucho camino por recorrer. Se han logrado grandes cosas en la legislación, el respeto a las mujeres, el reconocimiento de lo que aportamos, pero mucho se ha quedado en el discurso. Lo que necesitamos es que se lleve a cabo en la vida real; que las empresas contraten a las mujeres por su talento, que no contraten por género; que no haya brecha salarial ni esa desigualdad. Algunas empresas hasta hacen pruebas de embarazo.
Necesitamos empresas responsables y que vean las aportaciones de la mujer. La igualdad es un buen negocio, porque las mujeres aportamos grandes beneficios a las empresas y necesitamos gobiernos amigables que apoyen nuestro desarrollo pleno y tengan políticas públicas incentivando o a la empresa para que contraten a más mujeres.
El año pasado la Ammje realizó capacitaciones con sus cerca de 5 mil afiliadas y al público en general, a través de asociaciones con plataformas como Facebook y organizaciones como Lady Multitask.
¿Cómo lograr esta recuperación?
Necesitamos más mujeres líderes, más mujeres que sean visibles para todas, para que nos hunden y nos motiven a seguir y darle visibilidad a esa mujeres. Hay muchas mujeres poderosas, pero necesitamos darles esa visibilidad.
Mi mamá ha sido mi inspiración, parte de lo que hacen las mamás en la casa es lo que hacemos en la empresa. Establecer roles, horarios, objetivos, definir la cultura. Las mujeres somos las formadoras; nuestros hijos van a seguir el ejemplo y la educación que les damos en casa, tenemos una función muy importante y debemos de creérnosla y reconocernos entre nosotras. Agarrar el valor que requerimos porque nadie lo hará por nosotras, si no lo hacemos ahora cuándo. Tenemos que construir la vida que queremos y que merecemos.
Estamos listas para ser protagonistas de la reactivación.
MRA