S&P estará atento a políticas de AMLO para evaluar ‘rating’

Advertencia. Decisiones como la de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México preocupan a analistas, pues temen que se puedan extrapolar a otros sectores de la economía.

La cancelación del NAIM provocó movimientos en las notas crediticias. (Especial / Infografia: MILENIO)
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

Standard and Poor’s (S&P) informó que observará las políticas económicas del próximo gobierno y el manejo de la deuda pública para evaluar si hay un cambio estructural que implique un cambio en la calificación crediticia de México, que actualmente se encuentra en BBB+ con perspectiva estable.

En conferencia, el director global de Análisis de soberanos de S&P, Roberto Sifón, indicó que acciones como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) preocupan a los analistas, pues algo semejante puede pasar en otros sectores o proyectos, por lo que estarán atentos para ver si esto es solo algo coyuntural, dado que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aún no está en funciones.

En materia de deuda pública, el gerente analítico de Soberanos de S&P, Sebastian Briozzo, dijo que el presupuesto de 2019 que se presentará a más tardar el próximo 15 de diciembre es importante, pero no es lo único que se observará, sino también el logro de acciones de políticas públicas; no obstante, hasta el momento no hay elementos para cambiar la calificación, pues la nación tiene fortalezas como un tipo de cambio flexible.

“Trabajamos sobre el futuro, entonces todo lo que es la implementación, tratar de inferir la dirección de la política económica es extremadamente relevante para nosotros. Necesitamos que los gobiernos manden señales de hacia dónde van a ir”, puntualizó.

Explicó que el próximo gobierno tendrá poco margen para el manejo de las finanzas públicas y si el nivel de endeudamiento empieza a distorsionarse, sería un elemento para modificar la calificación crediticia del país.

La agencia destacó que el gran reto para México es lograr mayor crecimiento, pero sin poner en riesgo las finanzas públicas, por lo que la forma de lograrlo será lo que estén observando.

La calificadora de riesgo crediticio considera que si la iniciativa de Morena para eliminar las comisiones bancarias prospera, dicho sector en su conjunto enfrentaría un impacto de entre 6 y 7 por ciento en sus ingresos operativos; sin embargo, destacó que las instituciones pueden hacer frente a eso.

El director de calificaciones de Instituciones Financieras de la agencia, Alfredo Calva, explicó que el impacto dependerá de la exposición de cada banco a ingresos por operación de tarjeta de crédito, producto del segmento donde está centrada la reducción de comisiones.

S&P abundó que en términos de rentabilidad, la disminución en ingresos operativos podría afectar significativamente la proyección de retorno a activos para 2019.

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CALIFICACIÓN EN LA CUERDA FLOJA
En semanas pasadas diversas agencias calificadoras lanzaron advertencias sobre las políticas del nuevo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, e inclusive algunas rebajaron la perspectiva de la nota crediticia del país.

Por ejemplo, tras el anuncio de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, HR Ratings cambió de estable a negativa la perspectiva crediticia de México, argumentando un deterioro inmediato en la percepción de inversión y riesgo del país, que ha llevado a una depreciación en el tipo de cambio que pondrá presión sobre la cifra de deuda neta al cierre del año.

Fitch Ratings, por su parte, confirmó la calificación crediticia para la deuda de largo plazo de México, pero revisó la perspectiva a negativa, desde estable, reflejando el deterioro en el balance de riesgos que enfrenta el perfil crediticio de México asociado con la incertidumbre.

En tanto, Moody´s señaló que la cancelación del nuevo aeropuerto a través de una consulta ciudadana es una señal negativa que puede desincentivar inversiones en la economía del país, al tiempo de generar contingencias directas a la situación fiscal de México, pero ahora no es motivo para ajustar la calificación.

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