Al inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) observa importantes riesgos para la inflación, la inversión y el crecimiento económico y el más importante se relaciona con un deterioro en las finanzas públicas, así como con la adopción de políticas internas, por lo que urgió a generar un ambiente de confianza.
De acuerdo con la minuta de la reunión de política monetaria del pasado 20 de diciembre —en donde la Junta de Gobierno del Banxico decidió elevar de 8 a 8.25 por ciento la tasa de interés de referencia—, tras acciones como la intención de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la preocupación por el modelo de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el posible efecto de distintos proyectos legislativos, el peso se depreció y las tasas de interés de mediano y largo plazos alcanzaron los niveles más altos de los últimos diez años.
La Junta de Gobierno abundó en que si bien la tendencia alcista se revirtió, gracias a la respuesta favorable de los mercados a la presentación del Paquete Económico 2019 por parte del gobierno federal, el entorno presenta riesgos de mediano y largo plazos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país.
Por esto, indicó, es particularmente importante que además de continuar con una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas y se realicen acciones que conduzcan a una mayor productividad.
Un miembro de la junta argumentó que lo anterior se ha vuelto necesario no solo para promover mayor crecimiento y desarrollo económicos, sino también para evitar la materialización de factores de riesgo que pudieran propiciar salidas de capital.
Así, la mayoría de los integrantes de la junta destacó que como parte de las medidas para mejorar la confianza de los inversionistas se encuentra ofrecer mayor claridad sobre el modelo de negocios de Pemex y, en general, sobre la política energética a seguir en los próximos años, pues existen fuertes preocupaciones sobre el futuro de dicha compañía, así como de la Comisión Federal de Electricidad.
Respecto a la consolidación de las finanzas públicas, la mayoría destacó que el paquete económico es consistente con el fortalecimiento requerido en este rubro y que fue elaborado con base en un escenario macroeconómico con supuestos realistas, pero es particularmente relevante que se cumplan las metas fiscales, pues éstas constituyen un reto, dado lo ambicioso de los nuevos proyectos del gobierno federal y la incertidumbre inherente a los supuestos macroeconómicos utilizados.
Un miembro destacó que este reto es el de mayor trascendencia para las finanzas públicas en 2019, en virtud del deterioro de la confianza, pero otro riesgo es la posibilidad de que las menores tasas impositivas en la frontera ocasionen una disminución en la recaudación mayor a la prevista.
Además, una tasa de crecimiento de la economía menor a 2 por ciento contemplado en el presupuesto y que la plataforma de producción de petróleo resulte menor a la contemplada en la Ley de Ingresos de la Federación, son elementos de preocupación. Para fortalecer la productividad y el crecimiento potencial, se destacó la necesidad de reducir la inseguridad pública y la corrupción en el país.
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PANORAMA MUNDIAL
Algunos miembros de la Junta de Gobierno coincidieron en que el balance de riesgos para el crecimiento económico mundial sigue presentando un sesgo negativo y entre los principales riesgos mencionaron: un escalamiento de las disputas comerciales, un apretamiento de las condiciones financieras, diversos factores políticos y geopolíticos y la volatilidad de los precios del petróleo.
Ante riesgos, Banxico llama a crear confianza
Minutas. Ve amenazas por la inflación, la falta de inversión y decrecimiento económico, además de las nuevas políticas internas.
Ciudad de México /
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