La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) prevé un 2022 promisorio para el sector, pero le preocupa la regularización de los vehículos usados de procedencia extranjera, mejor conocidos como “chocolate” y la iniciativa de reforma en materia eléctrica, así como la falta de certidumbre y Estado de derecho.
El presidente de la AMIA, José Guillermo Zozaya, explicó que se ve un año promisorio, sobre todo hacia la segunda mitad del mismo, pues para el sector automotriz los números del año pasado se vieron limitados por la falta de semiconductores, pero confía que para el primer semestre se empiece a tener un inicio de regularización.
Sin embargo, refirió que el día de ayer se publicó el decreto por el que se fomenta la regularización de los vehículos usados de procedencia extranjera y eso es un tema que preocupa al sector porque afecta al mercado interno, que ha costado mucho trabajo ir recuperando poco a poco.
“Legalizar lo ilegal no funciona en ningún lado, ahuyenta la inversión legal y productiva, creo que tampoco va a ayudar en la atracción de inversiones extranjeras que pudieran pensar en México, no es buen momento para tomar una medida de este tipo”, dijo Durante su participación en el evento “Perspectiva de Crédito en América Latina 2022”, organizado por Fitch Ratings.
“Esto es algo que pega de manera directa a la venta de autos usados y, de manera indirecta, a cierto sector de autos nuevos. Otro tema que vemos con preocupación es el tema de la reforma en materia eléctrica, dado que pareciera en todo su contexto iría en sentido contrario a lo que el mundo va, el mundo va, por lo menos el sector automotriz, hacia una tecnología basada en la utilización de energías limpias”, añadió José Guillermo Zozaya.
Destacó que si se toma en cuenta que hacia 2035 y 2050 se prevé que la fabricación de vehículos se dé con energías limpias y que los vehículos también las utilicen y México no está en ese canal, se empezarían a perder posiciones de liderazgo que se tienen en producción y exportación de automóviles a nivel mundial.
A esto, abundó el líder de la industria automotriz, se suma la inflación y la incertidumbre fiscal y en políticas públicas, que estas últimas van de la mano con el respeto al Estado de derecho, “eso es lo que se pide, la inversión nacional y extranjera busca respeto al Estado de derecho, que haya leyes, que se cumplan y se exijan”, apuntó.
srgs