La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) aseguró que el Banco del Bienestar puede ayudar a solucionar el problema que representa el envío de remesas en efectivo, pues si bien se requiere mayor cobertura de servicios financieros en los municipios donde ésta es prácticamente nula, el desplazamiento de una mayor red puede demorar; además, también sería conveniente revisar la regulación de los centros cambiarios, para que mejoren el tipo de cambio que ofrecen por el cambio de divisas.
Durante su participación en la primera jornada del parlamento abierto para el análisis de las reformas a la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas, convocada por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, el titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la SHCP, Jorge Meléndez, señaló que en la dependencia se ha estado preparando un proyecto, en el marco de la estrategia de inclusión financiera.
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Indicó que en conjunto con el Banco del Bienestar y su alianza con sociedades cooperativas de ahorro y préstamo, y sociedades financieras populares, así como con Telecom, se “podría llegar a prácticamente todos los municipios del país que reciben remesas, esta vía tendrá un impacto más directo sobre las condiciones de tipo de cambio que reciben los migrantes por sus remesas que esperar a que los bancos comerciales lleguen con sus servicios a esos poblados”.
El funcionario explicó que la banca en México capta aproximadamente 7 mil 500 millones de dólares en efectivo por año y esta captación proviene principalmente de actividades económicas en zonas fronterizas, ciudades orientadas al turismo y ubicaciones de aeropuertos y puertos; de hecho, son cinco municipios (Tijuana, Cancún, Mexicali, Ciudad Juárez y Los Cabos) los que captan casi la mitad de los dólares en efectivo de todo el sistema bancario.
No obstante, reconoció, a lo largo del territorio nacional existen municipios sin acceso inmediato al sistema bancario que son típicamente con pocos habitantes, niveles de remesas per cápita elevados y con una alta dispersión geográfica, en estos municipios también son más escasos los transmisores de dinero, las llamadas remesadoras, a través de los cuales se pueden liquidar transferencias del extranjero para las familias en México.
Meléndez dijo que si bien la totalidad de los flujos de remesas se manejan predominantemente en transferencias electrónicas, la infraestructura financiera no se dispersa de manera uniforme en el territorio nacional.
“Donde no hay sucursales ni corresponsales bancarios, los migrantes y sus familias requieren trasladarse a otros municipios o poblaciones con mayor infraestructura o bien recurrir a centros cambiarios u otros mecanismos informales para cambiar sus dólares que reciben en efectivo y, es correcto, los centros cambiarios pagan un tipo de cambio menos favorable”, comentó.
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Mayor regulación a centros cambiarios
Ante esta situación, el titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la SHCP, apuntó que en conjunto con la Comisión Nacional Bancaria de Valores, ha visitado en estas semanas recientes algunos municipios con altas tasas de migración internacional y se ha constatado de primera mano que entre menos alternativas tengan los migrantes y sus familias, el tipo de cambio al que pueden acceder es significativamente menor; de hecho, alcanzando niveles muy por debajo del que se obtiene en centros cambiarios en la ciudades.
Ante esta situación, “consideramos que el problema se debe atacar de manera directa y no mediante vías indirectas y esperando una respuesta comercial de los bancos….(...)...tenemos que tomar medidas que incrementen la confianza en el sistema financiero mexicano en prevención de lavado de dinero..(...)...quizá sea necesario revisar la regulación aplicable a los centros cambiarios y definitivamente tenemos que continuar con los trabajos del grupo bilateral bancario público privado”, concluyó.
lvm