Banco de España y BCE se aproximan a etapa final de deliberación sobre euro digital

A finales de 2019 se creó un grupo de alto nivel en Europa para reflexionar sobre la conveniencia de lanzar esta divisa virtual.

Entre las razones para lanzar un euro digital está que podría facilitar los pagos transfronterizos. (Reuters)
Editorial Milenio
Madrid /

Mañana concluyen el periodo de consulta pública abierto en otoño para recabar la opinión de la ciudadanía, académicos, el sector financiero y autoridades sobre el euro digital, el Eurosistema, es decir, el BCE y los bancos centrales nacionales, entre ellos el Banco de España.

A finales de 2019 se creó un grupo de alto nivel en Europa para reflexionar sobre la conveniencia de lanzar esta divisa virtual y, a raíz de esos trabajos, el pasado octubre el BCE publicó un informe en el que se recogía que tenía que estar preparado para la posibilidad en el futuro de un euro digital si fuera necesario.

A continuación abrió un periodo de consulta pública que concluye mañana, 12 de enero, para contar con la opinión del público general, tanto particulares como académicos, entidades financieras y autoridades.

La visión de todos ellos podría servir para resolver cuestiones pendientes, entre ellas cómo evitar el lavado de dinero o cómo incluir ese euro virtual en las llamadas carteras electrónicas, para facilitar el pago en comercio; para todo ello se considera necesario, hoy por hoy, la colaboración con el sector privado, con la banca supervisada por el BCE.

Entre las razones para lanzar un euro digital está que podría facilitar los pagos transfronterizos, frente a alternativas privadas como Libra, de Facebook, o las monedas virtuales de otros bancos centrales que competirían con la divisa europea.

Ahora está claro que el BCE no está dispuesto a introducir ya el euro digital porque hay cuestiones "muy serias" que no se pueden resolver de la noche a la mañana, reconocía recientemente el jefe de innovación del Banco de España, José Manuel Marqués.

Primero se está avanzando en las cuestiones tecnológicas, para decidir qué tecnología usar y si es posible hacerlo con la seguridad y la escala necesarias, para lo que previsiblemente se harán pruebas a mediados de año.

Pero luego hay varios temas pendientes como la privacidad del uso del euro digital, si hay que trasladar al sector privado los costes de emitir esa nueva divisa, si hay que limitar su uso o las consecuencias que puede tener para el sector financiero, para lo que será útil recabar la opinión de todos los grupos de interés.

En definitiva, Europa quiere estar preparada por si hay que lanzar un euro digital, y el BCE y los bancos centrales tienen el objetivo de proporcionar un sistema de pagos más eficiente y seguro.

srgs

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