El Banco Mundial (BM) dio a conocer que la región de América Latina es la que menor crecimiento económico tendrá en 2024, pronosticando un aumento de 2.3 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB).
En su más reciente informe sobre perspectivas para 2024 sobre la economía global, el organismo internacional indicó que en las regiones de Asia meridional, Asia oriental, el Pacifico y el Caribe se observará un desempeño económico más favorable de 5.6, 4.5, 4.5, y 2.5 por ciento, respectivamente.
Banco Mundial en 2024
El banco comentó que América Latina tendrá una recuperación lenta y gradual, ya que 2023 tuvo un crecimiento de 2.2 por ciento, y detalló que aunque los efectos persistentes de la política monetaria restrictiva continuarán influyendo en el crecimiento a corto plazo, se espera que su impacto se atenúe.
“Esta posible recuperación se observará en la medida que los bancos centrales reduzcan sus tasas de interés, lo que a su vez reducirá los obstáculos al aumento de inversión”, indicó el organismo internacional.
Sin embargo, el Banco Mundial subrayó que estas perspectivas dentro de la región son dispares entre las naciones de América Latina y del Caribe, ya que economías como Brasil y México, se prevé, tendrán una desaceleración de 1.5 y 2.6 por ciento, en ese orden.
En contraste, se espera que economías como Argentina, que se encuentra en reconstrucción, registre un aumento económico de 2.7 por ciento, cifra superior a la estimada para países como Colombia y Chile, que se prevé tendrán un crecimiento de 1.8 por ciento para este año.
Sorpresivamente, Guyana será el país con mejor perspectiva para este 2024, con un avance previsto de 38.2 por ciento, esto en gran medida por el auge en la exploración de los recursos naturales como el petróleo dentro del país caribeño, detalló el Banco Mundial.
Crecimiento de México
El Banco Mundial dijo que el crecimiento en México disminuirá a 2.6 por ciento para 2024, y 2.1 por ciento en 2025, frente a la estimación registrada de 3.6 por ciento en 2023.
“Es probable que los recortes de tasas de interés oficiales avancen gradualmente, y las tasas de interés reales se mantengan elevadas, aunque en una trayectoria descendente”.
La desaceleración prevista en 2024 refleja un entorno externo debilitado, mitigado por mayor inversión pública y transferencias fiscales para programas sociales; espera que la inversión tenga buenos resultados en medio de una creciente actividad del nearshoring.
EDD