Confinamiento afecta menos a jóvenes con empleos formales en México: Banco Mundial

Un incentivo al salario que acelere la inserción en un empleo formal puede ayudar a proteger a jóvenes durante crisis económicas, advierte el organismo internacional.

Jóvenes de bajo ingreso con empleo formal les fue mejor que a aquellos con empleo informal. Foto: (Shutterstock)
Karen Guzmán
Ciudad de México /

La disminución de horas de trabajo -en mayor medida para las mujeres-, paros técnicos, reducción de prestaciones y hasta menos ingresos, son las principales afectaciones debido a la pandemia de covid-19 en México que ha registrado el Banco Mundial para los jóvenes, quienes recién han ingresado al mercado laboral  y que son beneficiarios de algún subsidio gubernamental; sin embargo, el impacto ha sido menor en comparación con quienes se mantienen en la informalidad.

Según los resultados de un estudio piloto de inclusión laboral que se está implementando en San Luis Potosí, enfocado en jóvenes entre 18 y 21 años de bajo ingreso que recientemente se graduaron de la educación media superior, se pone a prueba un programa de subsidios al salario que busca mejorar el acceso y permanencia de los jóvenes en un empleo formal.

No obstante, no todo fue malo. Los primeros resultados del estudio mostraron que tanto a los jóvenes de bajo ingreso con empleo formal les fue mejor que a aquellos con empleo informal, lo cual sugiere que un incentivo al salario que acelere la inserción en un empleo formal puede ayudar a proteger a los jóvenes durante crisis económicas.

El organismo internacional indicó que el número de horas de trabajo reportadas por los jóvenes disminuyó pronunciadamente en los primeros dos meses de confinamiento, de un promedio de ocho horas al día en marzo a seis horas al día para hombres y cinco horas al día para mujeres en abril 2020. 

El número de horas de trabajo mostró señales de recuperación en junio cuando las medidas de confinamiento fueron relajadas.

La mayoría de los jóvenes trabajadores indicaron que sus empresas habían implementado paros técnicos durante los primeros meses de confinamiento, mientras que solo unos pocos pudieron trabajar desde casa.

 Algunas empresas también recurrieron a recortar beneficios o a solicitar a sus trabajadores usar sus días de vacaciones. La mayoría de los encuestados reportaron un menor ingreso como consecuencia de las medidas de confinamiento; sin embargo, las mujeres parecen haberse visto más afectadas que los hombres en este aspecto.

En contraste, 45 por ciento de los jóvenes con empleo informal que reportaron una reducción en su ingreso, además de no percibir ningún ingreso entre abril y junio, comparado con 18 por ciento para los jóvenes con empleo formal.

Entre abril y mayo, cuando las medidas de confinamiento fueron más estrictas, los jóvenes con empleo formal trabajaron alrededor de 1.5 horas menos que sus pares con empleo informal, lo cual sugiere un menor cumplimiento del confinamiento entre trabajadores informales.

Agregó que esto también sugiere que los trabajadores formales pueden permitirse trabajar menos mientras que los informales deben trabajar más para cubrir sus gastos. 

Una vez que las medidas de confinamiento fueron relajadas en junio, los jóvenes con empleo formal regresaron a trabajar ocho horas al día (niveles pre crisis), mientras que aquellos con empleo informal trabajaron una hora menos.

Desde junio 2019, cada dos a cuatro semanas el Banco Mundial realiza un seguimiento a la situación laboral de aproximadamente 2 mil jóvenes a través de encuestas por mensaje de texto (SMS). A partir de abril 2020, se han incluido preguntas específicas para monitorear los efectos del covid-19. 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2019, sin crisis económica, la economía informal ganó terreno y registró su mayor avance en siete años cuando representó el 23 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que la actividad formal reportó su primer retroceso desde 2009.



MRA

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