Las dificultades económicas, los gustos y hasta el propio clima de inseguridad que se vivió hace algunos años en la zona, fue el detonante para que ciertas personas encontraran en los bazares una forma de obtener ingresos con la venta de artículos de uso, en algunos casos a precios más accesibles para los compradores.
Antiques y Cosas Raras
José Estrada Urban, quien ante la necesidad de cerrar un negocio por los tiempos duros de inseguridad, decide en 2002 abrir un bazar al que llevó las cosas que no se ocupaban en casa de su mamá y empezó a venderlas, de poco a poco otras personas que deciden irse de la región, le llevaron otros artículos y los dejaban a consignación con la idea de obtener algo de dinero cuando estos fueran vendidos.
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Así es como inicia el bazar de “Antiques y Cosas Raras”, un negocio ubicado en la calle Dr. Matienzo en la zona centro de Tampico, que en un inicio fue como cualquier otra tienda dedicada a este giro, pero con el paso del tiempo se fue especializando en antigüedades tal y como es conocido hasta hoy, aunque no pierde su esencia.
Seguramente a quienes pasamos por el frente de este bazar nos gana la curiosidad por saber qué tipo de cosas antiguas o “raras” se exhiben en su interior; por ello, nos explica su propietario, está acostumbrado a que muchas personas ingresen aunque no adquieran ningún artículo.
José Estrada señala que en la zona no se le da el valor que merecen las antigüedades a diferencia de otras ciudades del país, donde es común ver los fines de semana que los bazares están abarrotados de gente que busca esa pieza que les llene el ojo y forme parte de su colección personal.
Detalla que otra diferencia es lo que quieren pagar aquí en Tampico y lo que están dispuestos a costear en estados como Puebla, San Luis Potosí o la Ciudad de México, donde tienen otra cultura por las antigüedades.
Comenta que por su tienda han pasado pianos de los años 1800, figuras de bronce muy antiguas, de personajes de Tampico, muebles de antaño y que pertenecieron a familias de la ciudad, cristalería fina que ya no se encuentra en tiendas departamentales, cuchillería de plata y souvenirs de todo el mundo.
Respecto al porqué se anuncian como Antiques y “Cosas Raras”, explica que puede darse el caso en que lleguen artículos extraños de los que deba investigar su origen; sin embargo, para las nuevas generaciones el ver una máquina de escribir les resulta algo “raro” o desconocido, pues muchos jóvenes nunca las usaron.
Libros se venden 40% más
Si bien durante la pandemia, la mayoría de los comercios se vio afectada por las bajas ventas y cierre de sus locales, para Lourdes Díaz Treviño, quien cuenta con un bazar donde los libros son lo que más oferta, el encierro por el covid-19 le generó un repunte en ventas de hasta un 40%, esto a pesar que tuvieron que cerrar por dos meses.
Manifiesta que la poca gente que salía a las calles acudía al local o les llevaba los libros a su domicilio, gracias a que por medio de las redes sociales le permitían mantener contacto con sus clientes.
“La variedad de novelas durante la pandemia fue lo que más se movió, la gente venía por muchos libros para ir a encerrarse a sus casas”
Lourdes lleva 15 años con su bazar que en un inicio era dedicado a la venta de muebles, pero hoy en día “Ventilibros Blv” se ha especializado en la venta de literatura diversa y una que otra antigüedad que también llevan para ofrecer.
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Respecto a qué tipo de libros se venden, en su mayoría señala, son los dedicados a las ingenierías, química, mecánica, electricidad y geociencias, además de existir de todo tipo hasta de chistes.
Por su local han pasado libros con características muy especiales como una Biblia de 1824, la cual llegó en una caja con otros libros que le llevaron a vender, además de textos no muy comunes que hablan de la historia de Tamaulipas, de la Revolución Mexicana o de la inundación de Tampico, hasta un libro que le bajaron de un barco escrito en noruego.
Lulú recuerda que en principio salía a buscar los libros para su bazar, pero ahora con el paso de los años le llaman para ofrecérselos o se los llevan directamente al negocio.
Dijo que los costos de cada ejemplar dependen del material, lo conservado que se encuentre y la materia que trate, a tal grado que pueden encontrarse libros desde los 10 pesos hasta los 140 pesos el más caro, la idea nos comenta es que se vendan. En estos 15 años del bazar ha llegado a reunir alrededor de 7 mil libros de diferentes autores, temática y tamaños.
Bazar de Juguetes Hasta 10 mil piezas en un solo lugar
El gusto por los juguetes ha llevado a David Alberto Cazares a reunir alrededor de 10 mil juguetes de todos los tamaños y personajes, algunos provenientes de otros países. Relata que su esposa colecciona figuras de Hulk y Joker, su hijo prefiere las de Among Us, Naruto, Pokémon y Mario Bros, mientras que él inició con figuras de Star Wars vintage.
“La idea en un principio era reunir muchos juguetes para su hijo de ocho años y que cuando creciera pusiera un local para venderlos”, platica David.
Hasta hace seis meses todos esos juguetes formaban parte de su colección privada, pero ha empezado a vender parte de la misma para resurtirse; no los vende a un precio excesivo, sino que los ofrece al costo al que se los ofrecieron en los tianguis y bazares.
Hace poco tiempo, David se dio cuenta que había un auge en la venta de juguetes por parte de youtubers y coleccionistas, por lo que ha empezado a adentrarse en este negocio al instalar dentro de su bazar un área bastante amplia para exhibir su colección y venderla a quienes los visitan.
Dice haber conseguido juguetes provenientes de Estados Unidos, Japón, Hong Kong, pero manifiesta que le gusta comprar cuando puede ver la pieza, aunque llegue a costarle más caro que si lo adquiriera por internet.
Una de sus recientes compras se trata de una estatua de Hulk de más de 2 metros de alto, la cual obtuvo al pagar 15 mil pesos por la pieza.
David Cazares expresa tener la intención de convertir el bazar de juguetes en un museo, ya que acude mucha gente de otras ciudades y se quedan asombrados por lo que encuentran; por ello no descarta la posibilidad de convertirlo en un atractivo y siga siendo visitado. Se ubica también sobre la calle Dr. Matienzo, a un costado de Antiques y Cosas Raras.