El bioetanol, compuesto químico obtenido a partir de la fermentación de los azúcares que puede utilizarse como combustible, es una variable óptima que puede ayudar a reducir la dependencia de México a gasolinas importadas, dijo el director de Bioenergeticos Mexicanos (Biomex), Benito López.
Durante su participación en un foro en la Cámara de Diputados explicó un proyecto que están desarrollando, el cual consiste en una planta de bioetanol en Tamaulipas, con una capacidad de producción de 122 millones de litros al año.
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Esta producción equivale a 80 millones de dólares por año. “México está importando 74 por ciento de las gasolinas y 70 por ciento del diésel, ahí nos damos cuenta de la necesidad de los biocombustibles en la matriz energética”, expresó.
Benito López dijo que México no tiene ni 2 por ciento de las reservas mundiales de crudo, y que el país está extrayendo de manera acelerada sus reservas. “No somos tan petroleros como lo habíamos pensado”.
El director de Biomex añadió que el uso del etanol como combustible automotriz puede ayudarnos reducir las emisiones a la atmósfera hasta en 50 por ciento comparado con gasolina, así como dejar de utilizar el éter metil-terbutílico (MTBE) que se utiliza como oxigenante en las gasolinas, y el cual está prohibido en más de 66 países, en los que además de promover el uso del etanol.
“Más de la mitad de estos países lo hace de forma obligatoria; Brasil, Uruguay, Paraguay, por citar algunos, tienen el uso obligatorio de etanol al 27 por ciento en la gasolina. Donde más se debería usar etanol es en las grandes ciudades por los niveles de contaminación”, explicó.
El directivo detalló que en enero de 2020 la Suprema Corte de Justicia de la Nación aceptó un amparo para que se regrese la NOM-016, que define la calidad de los combustibles, para limitar el uso de etanol a 5.8 por ciento, que es la que prevalece actualmente.
Pemex tiene algunas instalaciones donde produce 30 por ciento del MTBE que consume y 70 por ciento lo importa.
De acuerdo con el director de Biomex, Pemex argumentó que las plantas no están amortizadas y no pueden cerrar una porque tiene un crédito pendiente y los contratos son a largo plazo, algunos de 30 años, por lo que decidió seguir utilizando MTBE y dejar el etanol para la provincia.
“Existen lagunas regulatorias que no permiten el uso del etanol y consideramos requiere que la NOM sea modificada y se quite la prohibición de las tres zonas metropolitanas. Hemos estado recalcando eso a la Comisión Reguladora de Energía, que se revise la norma”, explicó.
AMP