En 2021, la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) colocó 44 por ciento de todos los bonos temáticos que se emitieron en el mercado nacional; para 2022, la expectativa es que este porcentaje se eleve a 50 por ciento y para ello trabaja de las mano con los emisores, con el objetivo de que cumplan con todos los requisitos y características que tienen las emisiones ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).
“Por supuesto, queremos seguir emitiendo bonos sociales, que tengan compromisos y que puedan dispersar a causas con las cuales nos sentimos identificados, obviamente bonos sustentables verdes y forestales, o de algún otro color”, señaló la directora general de BIVA, María Ariza.
Durante su participación en el panel “Gobernanza Climática en los Consejos: Una oportunidad estratégica para las empresas”, refirió que en el mercado local hay espacio y, sobretodo, apetito por la mitigación de los riesgos que se tienen y del control y de la visión que hoy tienen las empresas al hacer una inversión instrumentos ASG.
Ariza explicó que la inversión en estos instrumentos es más profunda de la que tal vez se tendría si no tuvieran toda esta responsabilidad, “eso a la luz de los inversionistas es un impacto importantísimo, nos encanta pensar que vamos a seguir liderando esto vamos a seguir empujándolo con mucho entusiasmo ojalá que vengan más emisiones”, apuntó.
Acciones para mitigar greenwashing
Ante la problemática que representa el llamado greenwashing, una práctica destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica, el titular de la Relación con Emisores y Soluciones de BIVA, Íker Vinageras, señaló que tras identificar los principales problemas en las emisoras sobre el porqué no avanzan con cierta agilidad, es que en BIVA crearon diferentes soluciones en materia de criterios ASG.
Explicó que lo primero fue crear un espacio de diálogo con las direcciones de las compañías y tener una conversación de arriba hacia abajo, con el objetivo de hacer un diagnóstico de dónde está parada la empresas en términos ASG.
Posteriormente, abundó Vinageras, se implementan soluciones para poder financiar la transición, sobre todo si las empresas están interesadas en temas climáticos, y así construir la estructura de un bono temático.
AMP