El Banco Mundial (BM) advirtió que la crisis del covid-19 ha empujado a casi 100 millones de personas a la pobreza extrema, y varios cientos de millones más se han vuelto pobres, muchos de ellos en países de ingresos medios; para revertir esta situación instó a los países a aplicar políticas orientadas a fortalecer programas de educación, nutrición y vacunación, así como a mantener la estabilidad macroeconómica y a aprovechar la revolución digital.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, refirió que los retrocesos en el desarrollo amenazan la vida, el empleo, los medios de vida y el sustento de las personas, y en muchos lugares del mundo, la pobreza está aumentando, los niveles de vida y las tasas de alfabetización están disminuyendo, y los logros pasados en materia de igualdad de género, nutrición y salud están retrocediendo.
Además, en lugar de ganar terreno, los pobres se están quedando atrás en una tragedia mundial de desigualdad y para algunos países, la carga de la deuda era insostenible antes de la crisis y está empeorando. Esta drástica reducción del progreso económico y social está creando una época de agitación en la economía, la política y las relaciones geopolíticas.
Malpass explicó que si bien algunas economías avanzadas están proporcionando billones de dólares en programas de gasto y compras de activos de sus bancos centrales, los países de bajos ingresos enfrentan una alta inflación, muy pocos empleos, escasez de vacunas y alimentos, aunado al alto costo de adaptarse a los desafíos climáticos.
Acciones
Ante este escenario, advirtió que se necesitan programas de educación, nutrición y vacunación que lleguen a cientos de millones de niños, así como programas de transferencia de efectivo digital que puedan proporcionar los recursos necesarios a miles de millones de personas.
El presidente del Banco Mundial agregó que es fundamental que los países eliminen los gastos públicos derrochadores, hagan que la prestación de servicios sea más eficiente y reasignen los recursos públicos para sus usos más productivos.
Indicó que éste es también un momento para que la gestión proactiva de la deuda vuelva a perfilar los pagos mientras las tasas de interés internacionales siguen siendo bajas y es necesario que haya pasos concretos para mejorar la transparencia de los contratos de deuda, aumentar la rendición de cuentas y garantizar que las decisiones se basen en información completa.
David Malpass añadió que la adopción más rápida de soluciones digitales puede ampliar radicalmente el acceso al financiamiento y crear nuevas oportunidades económicas, al tiempo que puede aumentar la competencia en los mercados de productos y permitir que las personas vendan servicios en línea, conectándolos con los mercados nacionales y mundiales.
En respuesta al cambio climático, aseguró que se necesitan miles de grandes proyectos público-privados que combinen los recursos del mundo (de gobiernos, bancos multilaterales de desarrollo, fundaciones, inversionistas privados) para reducir las emisiones de carbono y aumentar el acceso a la electricidad, así como miles de proyectos más que ayuden a las personas a adaptarse al cambio climático de manera que salven vidas.
MRA