Boeing Co, fabricante de aviones, está listo para obtener esta semana la aprobación de Estados Unidos para reanudar los vuelos de su paralizado 737 MAX, tras una jornada de enfrentamientos con reguladores de todo el mundo, turbulencias en la administración y una extendida revisión de seguridad.
No obstante, el mayor fabricante de aviones de Estados Unidos encara obstáculos por el coronavirus y las nuevas tarifas europeas mientras se apresura a poner de vuelta en servicio a su avión más vendido.
Reuters fue el primero en reportar el pasado 9 de noviembre que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos se encontraba en las etapas finales de la revisión de los cambios propuestos al MAX y estaba lista para levantar su orden de inmovilización el miércoles.
La decisión de la FAA se produce en un momento en que otros reguladores globales se acercan también a dictaminar sobre si permitirán que el avión reanude sus vuelos.
Un grupo de familiares de víctimas de accidentes del MAX y algunos demócratas de la Cámara de Representantes estadounidense han instado a la FAA a revelar datos de apoyo clave en su examen del aparato.
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La FAA exige una nueva capacitación para lidiar con un sistema de seguridad clave llamado MCAS vinculado a dos accidentes en los que murieron 346 personas y provocaron la inmovilización del modelo en marzo de 2019. También requiere nuevas salvaguardas para el MCAS y otros cambios de software.
El mes pasado, el administrador adjunto de la FAA, Dan Elwell, quien tomó la decisión en Estados Unidos de inmovilizar los aparatos, dijo a Reuters que "en mi mente no hay dudas de que será tan seguro o más que cualquier avión en servicio hoy".
En diciembre, la junta directiva de Boeing expulsó al anterior presidente ejecutivo, Dennis Muilenburg, tras recibir una reprimenda del administrador de la FAA, Steve Dickson. En ese momento, la FAA dijo que Boeing estaba siguiendo un calendario poco realista para el regreso al servicio.
El 28 de octubre, el presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, dijo a CNBC que la revisión de MAX se acercaba a la línea de meta. "Estoy muy orgulloso de ese avión", dijo Calhoun. "Es una máquina extraordinaria y tan segura como cualquier cosa que haya en el aire".
La semana pasada, en una larga disputa transatlántica por subsidios, la Unión Europea impuso aranceles de hasta 4 mil millones de dólares en importaciones anuales de Estados Unidos, incluidos los aviones Boeing.
Las empresas de 'leasing' advirtieron que las tarifas dificultarán la reintegración del MAX en Europa, un mercado clave. La irlandesa Ryanair dijo esperar que Boeing absorba el costo de los aranceles, que imitan a los aprobados por Estados Unidos a las importaciones de aviones Airbus y otros productos europeos.
Tras la luz verde de la FAA, las aerolíneas deberán completar las actualizaciones de software y la capacitación de nuevos pilotos, un proceso que tomará al menos 30 días, antes de que los aviones puedan regresar a los cielos.
La FAA dijo que no delegará su autoridad para emitir certificados de aeronavegabilidad y certificados de exportación para los 450 aviones 737 MAX construidos desde la paralización, al tiempo que planea inspecciones individuales en persona.
Esto podría tardar un año o más en completarse. Southwest Airlines, el mayor operador mundial del modelo MAX, indicó que necesitará varios meses cumplir con los requisitos de la FAA y no planea programar vuelos en la aeronave hasta el segundo trimestre de 2021.
AMP