Boeing quiere regresar sus aviones a las nubes

FT Mercados

Boeing espera que su avión 737 Max regrese a los cielos y, después, recuperar la confianza de los viajeros.

Todos los aviones Boeing 737 Max quedaran en tierra hasta verificar su seguridad.
Patti Waldmeir, Andrew Edgecliffe-Johnson y Sylvia Pfeifer
Ciudad de México /

Boeing espera cambios “de gran alcance” en la forma en que las aeronaves se certifican como seguras en toda la industria de la aviación mundial, de acuerdo con su principal director, a medida que aumenta la presión sobre los reguladores para evitar más accidentes mortales, como los dos últimos desastres aéreos del Boeing 737 Max.

David Calhoun, quien es el director independiente principal en el Consejo de Administración del mayor fabricante de aeronaves comerciales del mundo, defendió el papel que el director ejecutivo Dennis Muilenburg desempeñó en la crisis provocada por los dos accidentes en Indonesia y Etiopía, en los que murieron 346 personas.

Todos los aviones Boeing 737 Max se encuentran en tierra hasta que la compañía y los reguladores lleguen a un acuerdo para ofrecer una solución al sistema de control de vuelo, que se cree que jugó un papel importante en ambos accidentes.

“Nuestro líder hizo un trabajo muy bueno para mantener a la compañía enfocada en brindar una solución de este problema, y también para comenzar a planear cambios a largo plazo, que van a tener un gran alcance y no solo serán para Boeing, sino para la industria en general “, dijo Calhoun al Financial Times en una entrevista.

“Confío en que sucederán cosas importantes. Nadie esquiva nada. Creo que esto será un conjunto muy grande de mejoras durante un largo tiempo”, agregó el directivo, pero no quiso entrar en detalles. 

Calhoun defendió la decisión de Muilenburg de recomendar al regulador estadounidense que no dejara en tierra los aviones hasta que lo hicieran la mayoría de los reguladores en todo el mundo. “Hasta el momento ha superado todas las pruebas”, dijo Calhoun.

Sus comentarios se produjeron cuando aparecieron signos de una ruptura cada vez más profunda entre los reguladores estadounidenses y europeos, sobre quién debería estar a cargo de garantizar la seguridad del Max, antes de que vuelva a surcar los cielos del mundo.

 La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) dijo que lleva a cabo su propia revisión independiente del diseño del Max, y que su finalización es “un requisito previo para que el avión vuelva a prestar servicio” en toda Europa. 

Los expertos en aviación mencionaron que no era inédito que la EASA lleve a cabo su propia revisión sobre la aeronave, pero no es algo habitual. La convención normal es que los reguladores sigan el ejemplo de la autoridad en el país donde se fabricó el avión, en este caso, el de la Administración Federal de Aviación de EU (FAA, por sus siglas en inglés).

 Este organismo, que era considerado líder en seguridad de la aviación antes de los dos accidentes, fue criticado tanto por la forma en que certificó la aeronave, como por ser el último regulador importante en dejar en tierra los aviones.

El Dato.

346 personas

murieron en los accidentes aéreos de Indonesia y Etiopía


 La noticia del distanciamiento llegó antes de las audiencias de la semana pasada en Washington, sobre la crisis del Max ante el Congreso de Estados Unidos (EU), y antes de que la FAA convoque a una reunión esencial el 23 de mayo con otros reguladores globales, con la que Boeing espera trazar la estrategia para permitir que el Max regrese a los cielos. 

“No es algo inesperado y los reguladores nacionales siempre tienen la capacidad de hacer sus propias revisiones adicionales, pero sin duda eso no ocurre muy a menudo”, dijo un experto de la industria.

 Southwest Airlines y algunos sindicatos de pilotos de EU dijeron el fin de semana antepasado, que recibieron los citatorios del gran jurado federal por documentos relacionados con la aeronave. 

Esto, como parte de una investigación sobre el desarrollo del Max y su certificación como un avión seguro, que lleva a cabo el Departamento de Justicia de EU. Calhoun dijo que el futuro de Boeing depende de restaurar la confianza de la comunidad de viajeros aéreos en la seguridad de sus aviones, pero agregó que “no hay una campaña publicitaria que podamos organizar, que carezca de importancia” para tranquilizar a los pasajeros.

 “Debemos seguir haciendo lo que hacemos, diseñarlo con orgullo, ponerlo en el aire y asegurarnos de que todo lo que hay a su alrededor sea seguro”.


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