Brooks Brothers, la marca de ropa más antigua de Estados Unidos aún en funcionamiento, se declaró en bancarrota ante las afectaciones por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 y tras años de caída en sus ventas. Según una fuente citada por The Wall Street Journal, planea usar el proceso de bancarrota para tratar de encontrar un comprador.
Fundada en 1818, la histórica compañía con sede en Nueva York solicitó protección por bancarrota ante un tribunal del estado de Delaware y se suma así a una larga lista de grandes minoristas que se han visto obligados a hacer lo mismo como consecuencia de la pandemia, entre otros los grandes almacenes J.C. Penney, la marca de ropa J.Crew o la empresa de alquiler de vehículos Hertz.
La firma fue adquirida en 2001 por el empresario italiano Claudio del Vecchio y ya atravesaba problemas desde hacía años, a medida que más y más hombres optaban por un vestuario más informal en su día a día.
Brooks Brothers, que a lo largo de la historia ha vestido a un gran número de presidentes estadunidenses, fue durante décadas una de las marcas favoritas de los banqueros de Wall Street y otros profesionales neoyorquinos
La marca fue una de las pioneras en la venta de trajes ya fabricados, frente a los sastres que los hacían a medida, y aportó innovaciones importantes en la elaboración de camisas formales y otras prendas.
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Sus ventas se han desplomado con la pandemia en los últimos meses, con muchos de sus habituales clientes trabajando desde sus hogares y sin necesidad de vestir trajes.
Como resultado, además de pedir protección por bancarrota, la empresa ha decidido cerrar medio centenar de las alrededor de 250 tiendas que tenía en Estados Unidos, donde operan aproximadamente la mitad de establecimientos que tiene en todo el mundo.
GGA