Bunge y BP forma compañía brasileña de azúcar y etanol

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BP Bunge Bioenergia ampliará la producción de las reservas de combustible líquido más amigables con el medio ambiente en Brasil.

La nueva entidad producirá combustible, electricidad y azúcar (Shutterstock).
Anjli Raval y Neil Hume
Ciudad de México /

El lunes pasado, Bunge, la comercializadora estadounidense de productos agrícolas, y BP, la compañía de energía del Reino Unido, acordaron formar una empresa conjunta de caña de azúcar y etanol en Brasil. 

BP combinará sus empresas brasileñas de biocombustibles y bioenergía con las de Bunge para formar la entidad independiente, BP Bunge Bioenergia, que tendrá 11 centros de producción de biocombustibles en Brasil, con 32 millones de toneladas de capacidad de molienda por año. La nueva compañía producirá tanto etanol como azúcar.

 Bunge indicó que como parte del acuerdo recibirá ingresos en efectivo de 775 millones de dólares (mdd), mientras que BP pagará a la comercializadora 75 mdd. La empresa conjunta asumirá 700 mdd de deuda sin recurso asociada con los activos de la empresa de Estados Unidos (EU). 

El Dato.

700 MDD

de deuda asumirá la nueva empresa BP Bunge Bioenergia


El nuevo director ejecutivo de Bunge, Gregory Hackman, dijo que el acuerdo “nos permite reducir nuestra exposición actual a la molienda de azúcar, fortalecer nuestro balance y enfocarnos en nuestros negocios principales”.

La compañía trata de enfocarse en los granos, semillas oleaginosas e ingredientes de alimentos en su lugar. Bunge dejó la comercialización de azúcar el año pasado, pero tuvo que suspender una Oferta Pública Inicial de su negocio brasileño de molienda de azúcar debido a la falta de interés de los inversionistas.

 Bunge apostó más de 1,000 mdd a la demanda de azúcar y etanol para combustible en 2010 cuando adquirió Moema, un operador de molinos de azúcar en Brasil. Pero la inversión se topó con dificultades cuando el mal clima empeoró la cosecha de caña, los precios del azúcar cayeron y Brasilia mantuvo bajo el precio de la gasolina, un combustible de motor que compite con el etanol de caña de azúcar. Hace cuatro años Bunge anunció por primera vez que evaluaba la venta de sus molinos que manejaban pérdidas.

 Mientras tanto, algunas de las principales compañías de gas y petróleo del mundo tratan de ampliar la producción de las reservas de combustible líquido más amigables con el medio ambiente, ya que cuentan con una demanda continua de combustibles inflamables, en particular para el transporte de camiones pesados y aviones.

 “Los biocombustibles serán una parte esencial de la transición energética”, dijo Bob Dudley, director ejecutivo de BP y añadió que “Brasil lidera el camino para mostrar cómo se pueden usar a escala, reduciendo las emisiones del transporte”.

 La empresa conjunta, con sede en Sao Paulo, también va a producir electricidad renovable generada por la biomasa residual de la caña de azúcar para alimentar los sitios con cualquier excedente vendido a la red brasileña.

 En 2018, los negocios de BP y Bunge produjeron aproximadamente 2,200 millones de litros de etanol equivalente. Las dos entidades emplean a más de 10,000 personas en Brasil. 

Los biocombustibles generan emisiones de carbono similares a los combustibles fósiles cuando se queman. Pero se consideran más ecológicos porque se producen a partir de material orgánico que absorbió el dióxido de carbono de la atmósfera.

 En la actualidad, en EU y Europa, los biocombustibles se consumen mezclando pequeñas cantidades con las reservas tradicionales de combustibles fósiles líquidos. Pero dos tercios de los automóviles en Brasil funcionan con etanol. Se espera que el acuerdo se cierre en el cuarto trimestre de 2019.



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