Burger King ha basado su expansión europea en por lo menos diez años en una asociación de empresas conjuntas, incluyendo un franquiciado para abrir y operar nuevos locales.
Sin embargo, ahora la cadena de comida rápida tiene un gran problema en Rusia. No ha podido salir de su asociación ni cerrar sus cerca de 800 locales franquiciados tras la invasión rusa de Ucrania en febrero.
Burger King suspendió el apoyo corporativo a sus locales en Rusia en marzo. La empresa matriz Restaurant Brands International Inc (RBI), que se formó en 2014 cuando Burger King se fusionó con Tim Hortons, dijo el 17 de marzo que estaba tratando de vender su participación en la empresa conjunta.
No obstante, las actuales sanciones de los países occidentales contra Rusia limitan fuertemente el grupo de posibles compradores, dijo una fuente familiarizada con el asunto.
Reuters no pudo determinar el estado de las negociaciones.
Parte del problema, dijeron los abogados esta semana, es la complejidad de su acuerdo de franquicia maestra al estilo de las empresas conjuntas, que permite a Burger King beneficiarse de las ventas de hamburguesas Whopper sin el riesgo de utilizar su propio capital.
Un franquiciador "no puede impedir física o legalmente que un franquiciado opere si lo desea" en la situación actual, dijo Lee Plave, un abogado de franquicias de Plave Koch PLC en Virginia. "Los recursos legales que están disponibles llevan tiempo, e incluso cuando los persigues, todavía terminarías en un tribunal ruso para hacer cumplir una orden, que es una perspectiva poco probable en este momento".
srgs